El cambio climático afecta a todas las regiones del mundo y los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, las sequías y las inundaciones son cada vez más frecuentes e intensas, y según advierte la Comisión Europea, de no actuar contra ellos, se intensificarán.
Por ello, el centro de investigación y desarrollo tecnológico TECNALIA, a través de su equipo de Adaptación al Cambio Climático, trabaja para reducir los efectos negativos del cambio climático apostando por el desarrollo de herramientas de análisis y su integración en la planificación sectorial, la ordenación territorial y el urbanismo, que permitan cuantificar el impacto asociado al cambio climático en sectores clave como las infraestructuras y la energía, así como en actividades productivas y económicas.
El Equipo de Adaptación al Cambio Climático trabaja en la creación de herramientas que ayudan a entender cómo el cambio climático afecta áreas vitales como infraestructuras, energía y actividades económicas.
Según Efrén Feliu, responsable de adaptación al cambio climático de TECNALIA, “estas herramientas de análisis abarcan desde la elaboración de cartografía e índices de vulnerabilidad y riesgo, al desarrollo de cuadros de mando y herramientas customizadas que monitoricen la efectividad de las medidas adoptadas y cuantifiquen la reducción del riesgo, incluyendo aplicaciones que permiten comparar alternativas de diseño o planificación de medidas de adaptación para optimizar sus resultados. Hay que tener en cuenta que las herramientas digitales son clave para el desarrollo de servicios climáticos y hojas de ruta de resiliencia climática que permitan mejorar la toma de decisiones informada de agentes públicos y privados”.
“Estas herramientas de análisis abarcan desde la elaboración de cartografía e índices de vulnerabilidad y riesgo, al desarrollo de cuadros de mando y herramientas customizadas que monitoricen la efectividad de las medidas adoptadas"
Así, están desarrollando diferentes iniciativas como: un marco de intervención basado en instrumentos de ordenación del territorio y desarrollo urbano para aumentar la resiliencia de la costa; una base de datos de medidas para mejorar la resiliencia al cambio climático del patrimonio cultural de las ciudades; la identificación y localización de refugios climáticos para mejorarel confort térmico de la personas y sus efectos sobre la salud, o diagnósticos detallados de la vulnerabilidad y el riesgo de infraestructuras críticas con especial atención a la energía.
Cómo cuidar el entorno y la salud: proyectos innovadores
1. Aumentar la resiliencia de la costa: bahía de Txingudi
TECNALIA participa en un proyecto piloto para favorecer la renaturalización de la bahía de Txingudi, que tiene como objetivo aumentar la resiliencia de la costa frente a los efectos del cambio climático, que servirá como demostrador para traccionar el aprendizaje de otras regiones europeas. La iniciativa, liderada por la Dirección de Patrimonio Natural del Gobierno Vasco e Ihobe, se enmarca en el proyecto europeo Regions4Climate, que involucra a 12 regiones en el desarrollo y puesta a prueba de sus propios planes de resiliencia y vías de adaptación transformadora, potenciados por la colaboración transfronteriza y el intercambio de conocimientos. Adicionalmente, TECNALIA coordina el análisis de vulnerabilidad y riesgo de todas las regiones del proyecto.
La representación vasca del consorcio está encabezada por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente e Ihobe – Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco-, junto con los centros tecnológicos TECNALIA, AZTI y Zabala.
2.Mejorar la protección de las áreas históricas de las ciudades
Por otro lado, para ayudar a las ciudades a salvar el patrimonio cultural de los efectos del cambio climático, TECNALIA ha desarrollado un Inventario de Medidas de Resiliencia, que se ha diseñado para identificar medidas para mejorar la resiliencia de las áreas históricas, teniendo en cuenta tanto el patrimonio urbano construido como el patrimonio agrícola. Evaluar estas medidas mejora la resiliencia de los conjuntos históricos al cambio climático, y las ciudades podrán prepararse para futuras catástrofes y reducir los riesgos asociados.
Esta base de datos de medidas forma parte de la iniciativa europea ARCH, en la que también colaboran las ciudades de Bratislava, Camerino, Hamburgo y Valencia, y que tiene como objetivo proteger mejor las áreas del patrimonio cultural de los peligros y riesgos. Para ello, han desarrollado herramientas y metodologías para apoyar la toma de decisiones para las autoridades y profesionales locales, la población urbana y las comunidades de expertos nacionales e internacionales.
3.Refugios climáticos para cuidar la salud de las personas
Otro aspecto a tener en cuenta derivado de los efectos del cambio climático,es la salud de las personas, y en este contexto, el concepto de refugio climático va a ser algo cada vez más necesario en las ciudades. Así, TECNALIA trabaja con varias ciudades, entre ellas Bilbao, en la identificación y localización de este tipo de espacios, realizando análisis de estrés térmico, así como mapeo de vulnerabilidad e infraestructuras verdes.
Concretamente, el Ayuntamiento de Bilbao presentó el año pasado la red de 130 refugios climáticos de la ciudad, inspirado en el ejemplo pionero de Barcelona, y contando con el apoyo de Ihobe. Se trata de espacios distribuidos a lo largo de toda la ciudad, tanto interiores como exteriores, que por sus características permiten amortiguar los efectos negativos del calor extremo sobre la salud de las personas, como zonas verdes,que por su vegetación y sombra, son una protección natural y mejoran la sensación térmica del entorno.
4.Otros proyectos: carreteras, redes eléctricas...
Actualmente también se está trabajando en distintos proyectos en los que se analizan los efectos del cambio climático sobre infraestructuras críticas como carreteras y redes eléctricas, además de los efectos en cascada que pueden afectar a servicios esenciales como telecomunicaciones o sanidad.
Los resultados del análisis permiten anticiparse a los potenciales impactos en infraestructuras y disrupciones de servicios para mejorar la resiliencia territorial.