El sector del juguete erótico en el Estado español continúa avanzando sin pausa hacia su clímax, y ya son varias las empresas estatales que están logrando crecimientos de dos dígitos en su facturación anual, en un país donde más del 50% de la población dice haber usado alguna vez algún producto y el 30% lo hace de manera habitual. El fin del confinamiento por la covid-19 no supuso un freno para este tipo de productos, que llegaron a hacer una caja de más de 29.000 millones de euros a nivel mundial en ese periodo de tiempo, según la consultora Grand View Research, que espera que el sector crezca un 8% hasta rozar los 50.000 millones de euros en 2028 en todo el mundo.

“Se trata de un sector que en España viene registrando un crecimiento sostenido”, explica a Efe Cristóbal Icaza, consejero delegado de la tienda de juguetes eróticos Amantis, operativa desde hace dos décadas, que destaca, además, el “gran potencial de crecimiento” que tienen estos productos en los próximos diez años. De momento, Amantis tiene previsto superar los seis millones de euros en facturación este año, no solo con sus juguetes eróticos, que son los productos más vendidos, sino con otros artículos relacionados, como lencería, ropa o lubricantes.

A pesar de contar con la posibilidad de comprar juguetes eróticos en internet, un 76% de los clientes prefiere ver el género en primera persona y acuden a tiendas físicas, en tanto que un 24% opta por la privacidad que ofrece el canal digital, dice Icaza. Por Comunidades Autónomas, Madrid es la que más compra este tipo de artículos, según Amantis, seguida de Catalunya, con Barcelona a la cabeza, la Valenciana y La Rioja.

Si se tiene en cuenta la edad de los clientes, la gran mayoría de la facturación (en torno a un 70%) proviene de quienes tienen entre 25 y 50 años, seguido de la sénior, con más de 50 años y, dentro de ésta última, las mujeres compran más que los hombres. En concreto, el juguete más vendido por Amantis es para mujeres, concretamente una bala vibradora, seguida de un vibrador anal, y de un anillo vibrador, este último diseñado para hombres.

Además de vender y distribuir estos juguetes, en los últimos años las empresas españolas se han animado a fabricar sus propios productos, como es el caso de la alicantina Diversual, del principal distribuidor del país Dream Love o la más que reconocida Plátanomelón. Desde la sevillana Dream Love aseguran que el año pasado facturaron 18 millones de euros, cifra que esperan duplicar en tres años. La alicantina Diversual, una de las líderes del sector en el canal de ventas en línea, factura unos 6 millones de euros al año y espera un crecimiento del 15% para 2023.