Las mascarillas ya no serán obligatorias en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias, según un acuerdo aprobado este martes por el Consejo de Ministros, que declara la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la covid-19.

El acuerdo, que entrará en vigor una vez se publique en el BOE, subraya "la especial vulnerabilidad de los centros sanitarios" y "la necesidad de reforzar el uso de la mascarilla en determinados contextos": Personas que trabajan en unidades de cuidados intensivos y en unidades con pacientes vulnerables; urgencias hospitalarias o de atención primaria, incluida la sala de espera; centros residenciales de mayores y personas con discapacidad y personas sintomáticas cuando estén en espacios compartidos y profesionales que les atienden.

El fin de la emergencia sanitaria ocasionada por la covid-19 permite que, 1.207 después, decaigan todas las medidas extraordinarias ligadas a la pandemia como la obligatoriedad de usar mascarillas en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias, mientras que pasan a ser altamente recomendables en entornos con personas vulnerables.

ESCENARIO ANTERIOR A 2020

Con este acuerdo del Consejo de Ministros, "la situación pasa a ser la misma que había antes del decreto de crisis, anterior a 2020", ha dicho, en rueda de prensa, el titular de Sanidad, José Miñones, que ha informado de que se reforzará el uso recomendable de mascarillas en ucis, urgencias, salas comunes de centros hospitalarios y determinados contextos.

"Cerramos hoy un episodio provocado por la pandemia que ha causado estragos en todo el mundo. Salimos más fuertes de la crisis sanitaria y más de tres años después decimos, sin bajar la guardia, adiós a la pandemia que ha marcado nuestras vidas" ha señalado el ministro, que ha puesto en valor el papel de España en la vacunación, "ejemplo a nivel mundial".

El acuerdo del Consejo de Ministros apela a la "cultura de la responsabilidad" y contempla reforzar el uso de la mascarilla en unidades de cuidados intensivos y en unidades con pacientes vulnerables y urgencias hospitalarias o de atención primaria, incluida la sala de espera.

También en centros residenciales de mayores y personas con discapacidad y personas sintomáticas cuando estén en espacios compartidos y profesionales que les atienden.

PRECAUCIONES ADICIONALES

En el caso de las residencias de mayores y personas con discapacidad, el acuerdo insta a tomar "precauciones adicionales en el caso de aparición de síntomas en trabajadores, residentes o visitantes, para evitar brotes y cuidando el bienestar de los mayores, tanto físico como emocional".

Para poner fin a esta emergencia, el ministro ha argumentado, en la rueda de prensa, que la situación epidemiológica es "totalmente distinta" y desde noviembre de 2022 da muestras de una tendencia decreciente donde las hospitalizaciones por covid suponen el 1,06%, y la presencia en ucis el 0,99%.

Esto, ha dicho, junto a la menor virulencia de la variante de Ómicron y la mayor vacunación "lleva concluir que esta enfermedad ya no constituye una situación de crisis sanitaria en España". Y va acorde con la declaración de la OMS el 5 de mayo de finalización de la emergencia sanitaria.

Miñones también ha puesto en valor el informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que, de forma consensuada con la Ponencia de Alertas, considera que la covid-19 ha sido controlada y, aunque continúa siendo relevante para la salud pública, no supone una emergencia.

Además, el acuerdo del Consejo de Ministros señala que, una vez valorado el informe del CCAES es "pertinente la transición hacia un nuevo manejo de la enfermedad de una manera sostenible y a largo plazo".

Y en este proceso de transición  se insiste en seguir usando las mascarillas y otras medidas higiénicas ante la presencia de síntomas de infección respiratoria.

También apuesta el acuerdo por impulsar la red estatal de vigilancia en salud pública para dar una respuesta "precoz, oportuna y proporcionada" ante una eventual emergencia sanitaria futura.

Y de mantener un sistema de vigilancia centinela  que integre el seguimiento de la infección respiratoria aguda tanto en atención primaria como en atención hospitalaria, y que incluya al menos la vigilancia de la gripe, la covid-19 y el virus respiratorio sincitial (VRS).