Estamos sentados encima de una mina climática de explosivos que está pasando ya factura a nuestra salud. Más claro no lo ha podido decir el secretario general de la ONU: “La crisis climática nos está matando”. Los episodios de clima extremo se suceden y el aumento de calor y los cambios meteorológicos impactan gravemente sobre la salud y provocan enfermedades mentales, respiratorias, desnutrición, lesiones, alergias… Además favorecen la aparición de enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua.

Algunos problemas de salud mental están relacionados con el aumento de las temperaturas. Así lo recogen varios estudios que han llegado a la conclusión de que el calor intenso, así como otros fenómenos extremos aumentan el riesgo de sufrir, por ejemplo, depresión y ansiedad. Desde hace años se tiene constancia de que las consultas por problemas de salud mental se disparan en Urgencias cuando se producen fuertes subidas del termómetro, y lo mismo sucede con las admisiones hospitalarias de pacientes con trastornos psiquiátricos graves.

El calor extremo provoca hambre ya que en 2020, 98 millones de personas más que en el periodo 1981-2010 han presentado malnutrición moderada o severa.

Un fenómeno preocupante teniendo en cuenta que el año pasado, por ejemplo, fue el más cálido en España desde que hay registros, que comenzaron hace 62 años. Además ocho de los diez años más cálidos de la serie se han registrado en este siglo XXI, al tiempo que ha sido el sexto año más seco desde 1961 y el cuarto con menos lluvias en lo que va de siglo.

En el corto plazo, reconoce el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), las consecuencias del calentamiento son múltiples en el terreno sanitario con un aumento de la mortalidad y morbilidad humanas relacionadas con el calor; enfermedades transmitidas por los alimentos, el agua y los vectores, y problemas de salud mental. Todo ello sin contar las inundaciones en ciudades y regiones costeras; pérdida de biodiversidad en ecosistemas terrestres, oceánicos y de agua dulce; y disminución de la producción de alimentos en algunas regiones.

Los médicos se han hecho eco de estas preocupaciones y en una mesa bajo el título 'Salud y Cambio Climático' ya se puso en relieve la necesidad de una actuación rápida para paliar los efectos del cambio climático en la salud de las personas.

Las muertes relacionadas con el calor entre mayores de 65, aumentaron un 68% entre 2017 y 2021 en comparación con el período 2000-2004.

Calor y mortalidad

La doctora Manuela García Romero, vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, explicó que “la OMS afirma que el cambio climático es la mayor amenaza para la salud de la humanidad”. En España, “el Instituto Carlos III cifra en 250. 000 muertes adicionales en 2030, y durante las olas de calor, se producen 83 muertes diarias asociadas a este efecto”, destacó. Y en Europa, “se estiman en 1,4 millones, las muertes asociadas a los vaivenes del medio ambiente”, 

La ciencia ha demostrado sobradamente que los eventos climatológicos extremos afectan a la salud de la ciudadanía. Carlos Cabrera, neumólogo adjunto del Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria asegura que “España es el país europeo con más muertes asociadas al calor”. En referencia a la contaminación y a la polución, el doctor destacó que “alrededor de nueve millones de personas pierden la vida por su culpa. La polución mata más que el tabaco, que el sida, la tuberculosis y la malaria”.

Asimismo expuso que el calentamiento global tiene seis grandes consecuencias sobre la salud de las personas: “el aumento de las enfermedades infecciosas, las lluvias torrenciales, las infecciones respiratorias, la polinización, los eventos extremos y la contaminación”.

"La OMS afirma que el cambio climático es la mayor amenaza para la salud de la humanidad"

Manuela García Romero - Vcpta. Consejo de Colegios de Médicos

Virus

Acerca del incremento de las enfermedades infecciosas asociadas a distintos vectores como mosquitos o garrapatas, Cabrera incidió en que “el aumento de la temperatura del planeta provoca que estos brotes aumenten, y lo mismo va a ocurrir con otros virus como la fiebre del Nilo”. Otra consecuencia son las lluvias torrenciales, “que provocan infecciones principalmente transmitidas por el agua y la alimentación”, destacó el neumólogo.

El doctor Ricardo Franco también subraya en que el cambio climático “está fomentando una variación y una metamorfosis de los ecosistemas de los agentes transmisibles”. “En un mundo globalizado, los mosquitos viajan en avión”, señala explícitamente. “Entonces tú puedes tener un dengue en Amorebieta de un señor que acaba de llegar de la Amazonía, o puedes tener un Zika en Santutxu de una persona que viene de Brasil”.

El calentamiento global incrementa las enfermedades infecciosas. El periodo propicio para la malaria ha crecido un 31% en algunas zonas de América y un 14% en África respecto a 1950-1960, y el del dengue, un 12%.

Las infecciones respiratorias se recrudecen con el cambio climático, debido, por ejemplo, “a las grandes diferencias de temperatura intradiurnas o de un día para otro, que afectan principalmente a los más vulnerables: niños y ancianos”, afirmó. En cuanto a la polinización, el aumento de la temperatura conlleva que “las plantas que provocan crisis asmáticas, alérgicas o rinitis, tengan una polinización más larga y crezcan en lugares donde no lo hacían antes, por lo que sus efectos se multiplican”.

Inmersos en plena primavera, un termómetro por las nubes también cambia las temporadas de floración de algunos árboles alergénicos, ya que las temporadas del abedul, el olivo y el aliso comienzan entre 10 y 20 días antes que hace 41 años, lo que afecta a la salud de alrededor del 40% de la población en Europa que sufre de alergias al polen.

¿SABÍAS QUE... ?


Siete millones de muertos por el aire contaminado. Nueve de cada diez personas respiran aire contaminado. Esta situación provoca anualmente alrededor de siete millones de muertes prematuras, de las cuales 600.000 corresponden a niños y niñas. Si no se actúa con decisión, esta cifra de fallecidos se podría incrementar.


29º, luz roja. Más grados, más víctimas. En verano por cada grado centígrado de aumento por encima de los 29º, la mortalidad por causa respiratoria aumenta un 7% y los ingresos un 4%.


Ojo pulmones. El calor, un handicap para las patologías respiratorias. El calentamiento global promueve la aparición de patologías respiratorias y agrava las existentes. Las enfermedades más afectadas por este problema del cambio climático son el asma, la rinosinusitis, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y también las infecciones respiratorias.


Alergias. A más calor, más enfermedades alérgicas. El calentamiento causa el aumento de las enfermedades alérgicas. Los efectos de la polinización, junto con unos niveles aumentados de CO2, provocan un aumento en el crecimiento de las plantas, un aumento de polen y una polinización temprana y de mayor duración.


Polución x 10 a causa de los incendios. Se ha demostrado que los incendios, cada vez más frecuentes debido al calentamiento global, pueden aumentar hasta diez veces los niveles de polución, con los efectos nocivos a nivel respiratorio que eso conlleva.


Olas de calor. Se triplicarán los días. Se ha calculado que hasta 2100, en Euskadi, la duración de las rachas de olas de calor aumentará de forma muy pronunciada llegando a triplicar el número de dias de olas de calor que se registran en la actualidad. Además, la temperatura aumentará dos grados.


Peligro, ozono. El ozono troposférico (O3) está asociado a la disminución de la función pulmonar y al aumento de la mortalidad, especialmente entre la población infantil. Este ozono presenta una tasa de formación dependiente de la temperatura.


15 veces más mortalidad. Entre 2010 y 2020, la mortalidad por inundaciones, sequías y tormentas fue quince veces mayor en las regiones altamente vulnerables.