La Guardia de Finanza (policía financiera) de Turín (noroeste de Italia) denunció hoy a un ciudadano sospechoso de vender en todo el mundo objetos falsificados que aseguraba pertenecían a personalidades como el Papa Francisco o la reina Isabel II, informaron en un comunicado.

Un anillo o el solideo que pertenecieron al Papa Francisco, tarjetas de visita firmadas por la reina Isabel, discos autografiados por los Beatles y Freddie Mercury o los pantalones cortos de Sylvester Stallone en Rocky IV, firmados por el actor, son  solo algunas de las falsificaciones que enviaba, con incluso su certificación de autenticidad, el turinés denunciado hoy, pero que aún no ha sido detenido.

Estafa a coleccionistas

Esta investigación, bajo la coordinación de la Fiscalía de Turín, partió de los resultados de las pesquisas llevadas a cabo por la Agencia de Aduanas de Italia respecto a algunos envíos de mercancías sospechosas pues el remitente resultó ser una persona fallecida.

De ahí se llegó a identificar al presunto responsable del tráfico de productos falsificados y se comprobó que realizó numerosos envíos de mercancías a países de la UE y de fuera a través de conocidos portales de comercio electrónico.

En uno de los registros en una propiedad relacionada con el sospechoso se encontraron decenas de estos objetos falsos que estaban destinados a atraer a coleccionistas de todo el mundo.

Otras falsificaciones

Durante la operación también se incautaron decenas de camisetas de los equipos de fútbol europeos más famosos (París Saint Germain, Real Madrid, Manchester United, Juventus, Milán, Inter...), con la firmas falsas de los futbolistas que militan en estos equipos.

Los agentes también se incautaron de varios miles de certificados de autenticidad falsos, destinados a engañar a los posibles compradores de los mencionados artículos, cuyo precio de venta fluctuaba desde unos 100 euros para las camisetas deportivas hasta varios miles de euros para los objetos considerados más originales.

Según la nota de la Guardia de Finanza, el imputado deberá responder por los delitos de comercio de productos falsos, recepción de bienes sustraídos y fraude comercial, y se le embargaron todos los bienes relacionados con el negocio que ascendían a cerca de 100.000 euros.