Los restos de seis gudaris y milicianos que murieron en la primavera de 1937, durante la Guerra Civil, han sido entregados este sábado por el Gobierno Vasco a sus familias, tras el correspondiente proceso de identificación y comprobación genética.

Son los restos de Patxi Jaka Bikandi, exhumados en Gamiz-Fika (Bizkaia) en 2019, y de José Martín Arrieta Ikaran, Martín Fabo Colera, Ramón Crespo Ortiz, Fernando Lahera Urrutia e Inazio Lopetegi Oliden, desenterrados en el cementerio de Begoña, de Bilbao, en 2022.

Murieron entre el mes de mayo y las primeras semanas de junio de 1937 en los combates previos a la caída de Bilbao, en una línea defensiva desplegada en torno a la ciudad que sirvió para ganar tiempo y evacuar a la población civil antes de la entrada de las tropas sublevadas.

Este hecho ha sido destacado por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, que ha presidido en Bilbao el acto en el que el Ejecutivo a entregado los restos de estos seis combatientes a sus familias y en el que ha subrayado que el estos gudaris y milicianos "salvaron las vidas de miles de personas que pidieron ser evacuadas" antes de la toma de la capital vizcaína por las tropas franquistas.

EMOCIÓN DE LA CONSEJERA

Artolazabal se ha emocionado y se le ha entrecortado la voz al recordar que este era su último acto público como consejera del Gobierno Vasco (sale del Ejecutivo para presentarse como candidata a alcaldesa de Vitoria por el PNV en las elecciones locales del próximo mes de mayo) y como "responsable de las políticas públicas de memoria histórica".

Ha remarcado que este nuevo acto de entrega de restos de víctimas de la Guerra Civil a sus familiares, destinado a "honrar a quienes dieron su vida por defender principios y valores éticos y democráticos", supone cumplir un "deber", hacer "justicia" y dar sentido al "compromiso con la memoria histórica y democrática".

La consejera ha señalado que el régimen de libertades del que hoy se disfruta se debe también en buena parte a la batalla "contra la barbarie y el fascismo" que libraron combatientes como los homenajeados hoy.

Artolazabal se ha referido a la futura Ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi, actualmente en tramitación en el Parlamento Vasco, y ha dicho que está segura de que se alcanzará el "más amplio acuerdo" y de que "el espíritu de unión de hoy tendrá también su reflejo en la futura ley".

Al acto han asistido familiares de las víctimas, representantes de los municipios donde se exhumaron los restos, del instituto vasco de la Memoria Gogora y de las entidades dedicadas a la búsqueda, exhumación e identificación de los restos, como la Sociedad de Ciencias Aranzadi, el laboratorio Biomics de la UPV-EHU, el grupo Euskal Prospekzio Taldea y asociaciones de memoria histórica.

80 FAMILIARES

En un sencillo y emotivo acto, allegados de los combatientes han relatado sus historias familiares y posteriormente han ido recogiendo las cajas que contenían los restos de los seis combatientes, así como el informe de exhumación e identificación.

Al acto han asistido unos 80 familiares, tanto de los seis combatientes identificados como de víctimas que están en el proceso de identificación.

Artolazabal se ha dirigido a estos últimos para remarcar que el Ejecutivo no cejará en el empeño de identificar también a estas víctimas.