Personas que ayudan a personas. Podría ser una buena definición de lo que esconde tras de sí una palabra como ‘solidaridad’, muy utilizada en nuestros días, pero que ciertamente se queda escasa para el beneficioso efecto que genera en quien la recibe, pero también en quien la ofrece. El departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco, a través del fondo Isuri, ha hecho que, a lo largo de este año, personas en situación de vulnerabilidad, otras refugiadas llegadas de países en conflicto, o en busca de una vida mejor logren tener una oportunidad de mejorar sus vidas.
Igual para las acogidas de Ucrania, huidas de una guerra sin visos de tener fin, en muchos casos con lo puesto y ante un destino incierto. Para conocer más sobre esta línea de ayudas y su aplicación en la vida real, Onda vasca invitó el jueves a Arantza Chacón, de Zehar Errefuxiatuekin; e Iñigo Cortazar, de Cáritas Bizkaia a un programa especial, en el que se contó también con la presencia de la directora de DEIA, Marta Martín, como moderadora.
“Su realidad es tan cambiante que se ha vuelto para reencontrarse con su marido, que ha podido salir del país”
También se había contado con la presencia de Valentina, una joven huida de Ucrania con una hija pequeña y acogidas ambas por una familia de Bizkaia. “Su realidad es tan cambiante que se ha vuelto para reencontrarse con su marido, que ha podido salir del país”, explicó el responsable de Cáritas. A diario, las organizaciones y asociaciones que trabajan con personas refugiadas son testigos de que tienen tantas ganas de volver a una vida normalizada que les hace repensarse su estancia en Euskadi “y luego la realidad les obliga a regresar con nosotros y nosotras”.
¿En qué se traduce el Fondo Isuri?
Primero, es una ayuda económica que va dirigida a las familias ucranianas que son acogidas en hogares vascos. Su objetivo es aliviar el gasto que ese acogimiento genera en la familia acogedora y que gestionan bajo su criterio. Algo que en nuestro estado de bienestar puede parecer nimio, pero que no lo es por cuanto que las personas acogidas no perciben, de este modo, que vivan de la caridad. Sino que, al contrario, pueden aportar. “Los procesos de acogida pueden ser largos y es fundamental ver que no eres una carga y que puedes dar algo a la familia que te está ayudando”, señala Arantza Chacón.
"Los procesos de acogida pueden ser largos y es fundamental ver que no eres una carga y que puedes dar algo a la familia que te está ayudando”
Pero el fondo Isuri va más allá. “Es un plan general que acompaña en otros procesos en los ámbitos psicológico, laboral, formativo o atención de los y las menores”, puntualiza Iñigo Cortazar. “El fondo Isuri ha sido una muy buena manera de trabajar de manera coordinada para intentar dar respuesta a la complejidad de las personas que tenemos diferentes demandas y cuestiones a cubrir”, señala Arantza Chacón. Ese trabajo en red, tan nombrado hoy en día. “Cuando se pasa a la práctica y realmente se ve que arrimando el hombro, aunando fuerzas todas las entidades, el resultado es mucho mejor”, insisten desde Cáritas.
"Es un plan general que acompaña en otros procesos en los ámbitos psicológico, laboral, formativo o atención de los y las menores”
Adaptación
A dos meses escasos de que se cumpla el primer año de la invasión de Rusia en Ucrania, muchos de los niños y las niñas que llegaron junto con sus familiares han sido escolarizados en distintos colegios de Euskadi. La adaptación está siendo buena en general, con casos puntuales en la adolescencia.
En este caso, también se produce un acompañamiento social que se extiende a madres y abuelas. Ellas lo llevan de otra manera. “Son más conscientes de lo que han dejado atrás”, señalan desde Cáritas.
“Nos aportan y aportamos. Esa es una mirada que no debemos perder de vista”
Y, mientras, señalan desde Zehar Errefuxiatuekin, siguen expectantes a lo que pueda suceder en Ucrania, con el incesante ir y venir de personas que quieren regresar a sus hogares o que salen por la guerra que continúa. “No es el volumen inicial, pero siguen viniendo”, subraya Arantza Chacón. Euskadi ha sido ejemplo de acogida. Integrar a una persona en el hogar propio hace que se puedan romper más barreras que, de otra manera, costaría más. “Nos aportan y aportamos. Esa es una mirada que no debemos perder de vista”, concluye la portavoz de Zehar Errefuxiatuekin.
Fondo Isuri
Trabajo en red. El Fondo Isuri es una iniciativa del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco de ayuda a personas y familias ucranianas y otros colectivos afectados por las consecuencias de la guerra. Zehar Errefuxiatuekin y Cáritas -Araba, Bizkaia y Gipuzkoa- son dos de las asociaciones que gestionan el fondo.