Los menores son el colectivo con mayor riesgo de pobreza en el Estado-alcanza al 33 %- y aunque en Euskadi la situación es mejor en los últimos dos años la población infantil en situación de riesgo y con ingresos en el hogar por debajo del umbral de la pobreza ha aumentado por encima de la media estatal.

Según un informe presentado este martes por la Plataforma de Infancia con el análisis de la última Encuesta de Condiciones de Vida 2021 publicada por el INE, se ha incrementado el número de hogares con hijos con importantes carencias materiales y en general han empeorado los indicadores de pobreza en el Estado tras la covid-19.

El Estado es el segundo país de la Unión Europea con una mayor tasa de menores en riesgo de pobreza o exclusión social, sólo por debajo de Rumanía. "Hay más pobreza y ha crecido a un ritmo superior a la media de la UE en los últimos años", ha explicado el autor de la investigación, Joffre López.

Andalucía, Extremadura y Murcia -con tasas cercanas al 40 %- son las comunidades autónomas con mayores tasas de riesgo de pobreza y exclusión social en la infancia, muy por encima de la media del Estado.

En Ceuta, Melilla e Islas Canarias la infancia es especialmente vulnerable; también en comunidades como las dos Castillas la ruralidad y la baja densidad de población suponen retos para la infancia en riesgo de pobreza, explica el informe.

Son las comunidades del norte las que tienen mejores datos en cuanto a la incidencia de la pobreza infantil, sobre todo Navarra, Euskadi, Cantabria y Aragón.

No obstante, en Euskadi el crecimiento de la población infantil en riesgo de pobreza y con ingresos en el hogar por debajo del umbral de la pobreza ha aumentado por encima de la media estatal en los últimos dos años, alerta el informe.

Este estudio explica que en España el riesgo de pobreza afecta especialmente a los menores de entre 11 y 17 años y a los que viven en hogares de un solo progenitor.

Casi la mitad de los niños y adolescentes en el Estado vivía en 2021 en hogares con dificultades de distinto grado para llegar a fin de mes (el 49,1 %) y uno de cada cuatro, en familias con muchas dificultades (25,8 %).

Familias con menos de 281 euro al mes

El 28,9 % de los niños vivía en hogares con ingresos inferiores al umbral de pobreza (menos de 20.023 euros anuales para toda la familia) y el 14,9 % con ingresos bajo el umbral de pobreza severa (con menos de 281 euros al mes para el caso de una familia con dos adultos y dos niños dependientes).

Los hogares con menores dependientes y especialmente las familias monoparentales son los hogares más vulnerables, seguidos de los formados por familias numerosas con más miembros.

Aunque son los niños de menos de 7 años los que más sufren la pobreza material severa, los que tienen entre 11 a 17 años presentan un mayor porcentaje de riesgo de pobreza y exclusión social. El 34,6 % de la población española de esa horquilla de edad se encuentra en situación de pobreza.

El 28,9 % vivía en situación de pobreza monetaria, lo que supone 7,2 puntos porcentuales más que la media de la población (21,7 %).

Los adolescentes extranjeros son los más vulnerables y las que más han acusado la crisis de la pandemia. Por ejemplo, la tasa de riego de pobreza o exclusión social entre los jóvenes de más de 16 años de nacionalidad española era del 21,7 %, entre el colectivo de personas de nacionalidad extranjera alcanza al 40,3 % de los provenientes de la UE y al 66,1 % del resto del mundo.

Pobreza energética

El estudio detecta el aumento de menores con privaciones materiales: el 19,3 % de los menores de 18 años tenían carencia material y el 8,9 % carencia material severa.

Las privaciones más recurrentes de las familias con menores son no poder hacer frente a imprevistos, no poder sufragar el ocio familiar, tener retrasos de pagos de hipoteca, renta o suministros y en casos más extremos con riesgo de desahucio, pobreza energética, brecha digital o alimentación precaria.

En 2021, el 17,7 % de los menores crecían en hogares con retrasos en los pagos relacionados con la vivienda (alquiler, recibos de gas..) 7,1 puntos porcentuales más que antes de la pandemia, y el 13,1 % en familias que no puede mantener la vivienda a una temperatura adecuada, 4,6 puntos porcentuales más que en 2019.

Peor salud y menos oportunidades

Los menores de familias en desventaja socioeconómica presentan mayores tasas de absentismo escolar y mayor probabilidad de abandono escolar prematuro. Así, les afectó al 44,1 % de los estudiantes de primaria y secundaria, la mayoría de hogares con rentas bajas.

También existe una relación entre un estado de salud más precario en la infancia y el riesgo de pobreza.

Aunque la atención sanitaria es gratuita para todos, algunos de los menores que viven en familias con un solo progenitor, en familias numerosas o de rentas más bajas presentan peor estado de salud y una asistencia sanitaria menor, sobre todo a servicios no plenamente cubiertos.

"El 70 % de las familias en esta situación no pudieron llevar a sus hijos al dentista", ha explicado el director de la Plataforma de Infancia, Ricardo Ibarra.

Ayudas a la crianza

Una ayuda universal a la crianza y reforzar el apoyo a la crianza para prevenir futuras situaciones de riesgo, son algunas de las propuestas de la Plataforma de Infancia.

"Pedimos más ambición a la ley de familias para que sea universal la ayuda a la crianza que incluye hasta los tres años y se extienda al menos hasta los 6 años", ha reclamado Ibarra, quien ha estimado que con una prestación de 100 euros al mes hasta los 18 años se reduciría la pobreza monetaria 8 puntos, sobre todo la severa.

La plataforma urge a incrementar la inversión actual del 1,3 % del PIB en protección de la infancia y de las familias hacia el 2,4 % de la media UE.

También, mejorar el acceso a las ayudas como el Complemento de Infancia y el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y fomentar la cobertura de servicios básicos como el comedor escolar, plazas públicas de 0 a 3 años o cobertura de salud visual o bucodental para todos los niños.

"Las medidas protectoras del Estado han suavizado el golpe de la crisis por la pandemia, pero seguimos teniendo un problema estructural", ha concluido el responsable de la Plataforma.