- La obesidad infantil es un grave problema de salud pública y si no se actúa y ataja a corto plazo, con la aprobación de la ‘tasa al azúcar’, el impulso de campañas para conseguir que los niños y niñas coman mejor y el aumento de dietistas-nutricionistas en el sistema sanitario, la situación “puede agravarse” y “quizá ya no tenga solución”.
Lo afirma el presidente del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana, Luis Cabañas, que añade que no hay “ninguna estrategia” para combatir este “problema mundial” y evitar que en el futuro se generen patologías que harán que el sistema sanitario “termine por explotar”.
Este colegio valenciano ha sido premiado por su proyecto ENPIV, un mapa de la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil, a través del análisis de la composición corporal, para conocer los condicionantes socioeconómicos y sus causas asociadas, y cuyos resultados preliminares revelan “peores datos” de los que se esperaban.
El 25% de la población infantil en el Estado tiene sobrepeso y un 12%, obesidad, según datos de 2019 que, según Cabañas, podrían estar “infraestimados” ya que se intuye que han aumentado durante la pandemia.
El Estado, afirma, tiene el “dudoso honor” de ser el país de Europa con más sobrepeso infantil y “nos peleamos en el ‘top 3’ con Estados Unidos y México, por la sencilla razón de que no ha habido nunca ninguna prevención ni promoción de la salud desde el aspecto de la alimentación”.
A su juicio, hay un acceso cada vez más habitual a productos de mala calidad y que desplazan alimentos más sanos, que se suma a una menor actividad física y a una falta de educación sobre cómo comer mejor.
“La obesidad y el sobrepeso no esperan, las enfermedades no esperan, y el momento es ahora porque tenemos una situación que, a todas luces, es límite. O se soluciona ya o después será más difícil de arreglar o quizá ya no tenga solución”, augura Cabañas.
A la falta de una estrategia para combatir la obesidad o el sobrepeso se une que el ciudadano “no tiene acceso a un profesional sanitario de referencia en centros de atención primaria” y recuerda que España “sigue siendo el único país de Europa sin dietistas-nutricionistas en la sanidad pública”.
En Europa, el 70% de los adolescentes entre 10 y 14 años que tiene obesidad o sobrepeso “lo va a mantener durante la edad adulta” y en el caso de los niños de 5 a 9 años, el 50% será obeso cuando sea adulto. “Eso es a lo que nos vamos a enfrentar, a más problemas de salud”, pronostica.
“Somos la primera generación que vivirá menos y peor que sus padres”, afirma para añadir que en la edad adulta, esa obesidad irá acompañada de una mayor morbimortalidad y una pérdida de calidad de vida y de años de vida potencialmente vivibles.
A su juicio, hay una reglamentación “laxa” con respecto al acceso a alimentos que no son de calidad y defiende que se aplique la medida impositiva de la “tasa al azúcar” y también otra que reduzca los impuestos de los productos frescos. l
l ‘Probesidad’.El proyecto ENPIV permitirá saber si una persona que vive en un área pobre va a tender a tener más obesidad o sobrepeso que una que lo hace en uno rico, lo que se denomina “probresidad”. Los datos preliminares del estudio, en el que se está midiendo a cerca de 600 menores, revelan un “exceso de masa grasa en general mayor de lo que se esperaba, y advierte de que los datos “van a ser peores” de como esperaban “en todos los sentidos”.