El historiador y periodista Ingo Niebel (Colonia, 1965) repasará este jueves, en una charla en la Fundación Sabino Arana de Bilbao, la huida de las tropas nazis que protagonizó el primer lehendakari, José Antonio Aguirre, a quien la invasión de Bélgica en 1940 sorprendió cuando se encontraba de vacaciones en el país junto a su familia.

La conferencia se basará en la investigación que Niebel ha llevado a cabo sobre esa fuga y persecución a través de varios países y que ha recogido en el libro, "A la caza del primer lehendakari" (Editorial Sinequanon).

La rápida operación militar nazi desarrollada en 1940 obligó a Aguirre (1904-1960) y a su familia a tener que quedarse en territorio ocupado, al no poder abandonarlo. Comenzó entonces uno de los episodios "más importantes de su vida", en una fuga que le llevó hasta América después de atravesar Bélgica, Alemania, Suecia y el océano Atlántico.

El periodista afincado en Alemania, cuya familia es de origen vasco, ha rastreado y analizado para su libro diversos archivos, recuperando documentación inédita para reconstruir los pasos que siguió Aguirre en su recorrido pero, también, el itinerario que siguieron sus perseguidores.

El propio Agirre dio cuenta de su trayectoria en su libro autobiográfico "De Gernika a Nueva York pasando por Berlín", diario que Niebel también ha analizado para corroborar la veracidad de lo que ahí se recoge y "desmontar", asimismo, algunas versiones que hablan de Aguirre como cómplice o negociador con los nazis, algo que habría facilitado su huida de la zona europea ocupada.

En una entrevista a Europa Press, Niebel ha explicado que su primera intención era, precisamente, "comprobar la veracidad" de la fuga que Aguirre relató en su libro autobiográfico "De Guernica a Nueva York pasando por Berlín" porque, al publicarse en plena Segunda Guerra Mundial, "tuvo que cambiar nombres de personas para protegerlas".

Luego también, prosigue Niebel, quiso indagar en "por qué y cómo, perseguidores españoles y alemanes que lograron cazar al presidente catalán Lluis Companys y al republicano Francisco Largo Caballero, no pudieron hacer lo mismo con Aguirre".

Preguntado, por si, tras su investigación, todavía quedan cabos sueltos de aquella huida, el historiador sostiene que él ha centrado su libro en torno a la propia "caza y fuga "porque es "un episodio fundamental en su vida". "Otro campo sería investigar cómo la posteridad trató su figura después de su fallecimiento y para qué propósito", puntualiza.

Respecto a si ha encontrado dificultades para acceder a determinados archivos, Niebel aclara que todos los archivos centroeuropeos a los que recurrió "respondieron en cuestión de pocas semanas", y no hubo problemas a la hora de consultar la documentación que le interesaba.

Sin embargo, "por las malas experiencias de otros historiadores", dudaba de si debiera buscar por su cuenta documentos relacionados con la fuga de Agirre que estuvieran depositados en los archivos españoles o citar aquellos que otros ya habían publicado.

Entonces hizo una prueba y se interesó por si existía un posible dossier sobre aquella persecución en los archivos de la Dirección General de Seguridad (DGS).

Niebel relata que, tras dirigirse por correo postal al Archivo General del Ministerio de Interior español, la respuesta "tardó en llegar 18 meses" pero, pocos días después de salir el libro, "recibí el sobre con el DVD y las copias de cuatro documentos en PDF en los que, por cierto, los nombres de los agentes de la DGS figuran tachados".

Aquel material, aclara, no cambió el resultado de la investigación. "De hecho, manifiesta una de las dificultades que se presentan a la hora de tratar un tema de esta índole en España", precisa.

Niebel ha dividido el libro en dos partes bien diferenciadas. Por un lado, el relato descriptivo de los hechos a partir de los resultados de la investigación y, por el otro, la parte científica, centrada exclusivamente en la propia investigación en sí.

Detrás de esa división el autor ha querido "romper" con el habitual estilo académico que mezcla, en un mismo capítulo, el relato de los hechos históricos con el debate entre investigadores sobre sus fuentes, métodos y conclusiones.

Algo que, añade, resulta "fundamental" para un trabajo científico pero que, en un libro, "hay lectores a los que les echa para atrás". Por eso, ha decidido resumir, en un estilo "ameno", la labor académica en la segunda parte, a modo de 'making of'.

De esos análisis proceden los resultados y conclusiones sobre la "fuga/caza" de Aguirre que describe en la primera parte, esta vez, en un estilo periodístico, "sin notas a pie de página, y con rigor científico" porque, tal y como remarca, "las Ciencias han de saber comunicarse con la sociedad para poder vencer a su peor enemiga, la posverdad".

TESIS DESMONTADA

Cuestionado finalmente por si su investigación ayuda a desmontar la tesis de que Aguirre pudo haber sido cómplice de los nazis, hasta el punto de negociar políticamente con ellos, Niebel afirma tajante que "las investigaciones y las fuentes desmienten la existencia de una supuesta alianza entre el PNV y los nazis".

Primero, prosigue el historiador, las fuentes demuestran que Agirre advierte "tajantemente" de no caer en la trampa de un "estado satélite" vasco, tutelado por el Reich nazi, tal y como sí existía con Croacia, "y se le hizo caso", detalla.

En segundo lugar, las investigaciones sobre las relaciones entre Berlín y Madrid demuestran que la política exterior nazi "ponía su prioridad en mantener quieta a la Francia de Vichy y conservar el estado de 'no-beligerancia' de la España de Franco".

"Si Berlín hubiera realizado una especie de 'estado vasco' en territorio galo y hispano, Madrid y Vichy se habrían rebelado en defensa de su territorialidad, en un momento cuando el Reich necesitaba tranquilidad en su retaguardia cuando invadía la Unión Soviética" explica Niebel.

En tercer lugar, prosigue en su tesis Niebel, "el PNV siempre defendió un estado vasco democrático, pero este modelo no les interesaba a los nazis, tal y como hace constar un diplomático alemán comentando el informe 'Euzkadi en la nueva Europa', elaborado por Eugène Goyhenetche".

Finalmente, concluye Niebel, "los contactos entre nacionalistas vascos y alemanes, que no influían en la política exterior nazi, no pasaron de intercambiar opiniones políticas, solicitar permisos de viaje o intervenir en favor de vascos presos". "No llegaron ni siquiera a los mínimos del colaboracionismo belga, flamenco, francés o español", señala.

Históricamente, Aguirre se exilió en Francia durante la Guerra Civil española hasta 1940 cuando, año en que, tras la ocupación nazi del país galo, y con el canal de la Mancha bloqueado, inició su huida para escapar de la Gestapo, que lo llevará, bajo identidad panameña, desde Dunquerque a Bruselas, Berlín y Suecia, donde embarcará finalmente rumbo a América, llegando a Río de Janeiro el 27 de agosto de 1941.

Todavía bajo identidad falsa, permaneció varios meses en Brasil, Uruguay y Venezuela, hasta que el Gobierno de los Estados Unidos le autorizó a residir legalmente en su país. Después de trasladarse a Nueva York, permaneció allí hasta 1946, donde presidió el Gobierno vasco en el exilio, al tiempo que ejercía de profesor en la Universidad de Columbia.