El Estado español ha escalado del puesto 36 al 30 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 de Reporteros Sin Fronteras (RSF) debido a la mejora del contexto legal y de seguridad y por el declive de otros países.

Según el informe anual de RSF, que se presenta este viernes en Zaragoza con motivo del Día Internacional de la Libertad de Prensa, España "no se salva" del deterioro global del periodismo por la presión política, pero "resiste" en un escenario mundial "desalentador".

RSF elabora su lista teniendo en cuenta cinco indicadores que miden la salud de la libertad de prensa: indicador político, indicador económico, marco legal, contexto sociocultural y seguridad de los periodistas.

En relación con el informa de 2023, España ha subido de 78,74 a 81,73 puntos en el marco legal y de 82,51 a 90,08 en seguridad, pero desciende en el indicador político de 72,12 a 68,96; en el indicador económico de 60,33 a 59,72, y en el contexto social de 82,51 a 90,08.

A pesar de este descenso en algo más de tres puntos en el indicador político, España está aún lejos del retroceso de 7,6 puntos que sufre este parámetro en todo el mundo.

Este descenso más atenuado, unido a la mejora que han registrado los indicadores que evalúan el contexto legal y la seguridad de los periodistas, permiten a España subir seis puestos en la clasificación mundial y pasar del puesto 36 al 30.

El ascenso de España se explica, además, por el pronunciado declive de otros países en la clasificación de RSF, que dibuja un panorama "poco halagüeño" para la libertad de prensa en el mundo.

Desapego social

En España, según RSF, "la polarización y la desconfianza en los medios" se nota en el indicador sociocultural, "tradicionalmente sólido" pero que pierde casi cuatro puntos respecto al año pasado. Alertan del "desapego, cuando no la hostilidad", que muestra parte de la ciudadanía respecto al periodismo.

Por otro lado, la excesiva concentración de los medios de comunicación en España y una precarización ya cronificada de la profesión periodística vuelven a lastrar el indicador económico, que cae por debajo de los 60 puntos (sobre 100).

Ley Mordaza

Pese a que el gobierno no ha cumplido con su promesa de derogar de la ley Mordaza, el hecho de que lleve años sin apenas aplicarse a profesionales de los medios y de que no se haya aprobado recientemente ninguna otra legislación que socave la libertad de informar colocan el marco legal de España entre los 20 más garantes del mundo, según la clasificación de Reporteros Sin Fronteras.

País seguro

La organización contabiliza y condena regularmente las agresiones físicas y verbales que sufren los periodistas españoles en la cobertura de eventos a pie de calle (como las acontecidas durante las protestas ante la sede del PSOE el otoño pasado) y el acoso que padecen en redes sociales, pero RSF considera generalmente a España un país seguro para el libre ejercicio del periodismo.

Ránking

Los diez primeros puestos los ocupan Noruega, Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Finlandia, Estonia, Portugal, Irlanda, Suiza y Alemania, y cierran la tabla Irán, Corea del Norte, Afganistán, Siria y Eritrea.

Por delante de España están países como la República Checa (puesto 17 de 180), Timor Oriental (20), Jamaica (24), Costa Rica (26) o Surinam (28).

Estados Unidos ocupa el puesto 55, Ucrania en el 61, Israel el 101, Palestina en el 157, Rusia el 162 y China el 172.

El poder político, una amenaza mundial

La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha advertido de que las autoridades políticas se han tornado en una de las principales amenazas a la libertad de prensa en todo el mundo debido al aumento de gobiernos y autoridades que "fallan en su papel de garantizar un marco ejemplar para el ejercicio del periodismo" y el acceso a una información fiable.

Así se desprende de la última Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada por la organización, que destaca que el aspecto político, uno de los cinco indicadores que entran en juego en su informe, es el que más desciende a nivel mundial en el último año.

"RSF observa un deterioro preocupante del apoyo y el respeto a la autonomía de los medios, así como un aumento de las presiones que ejercen los Estados u otros actores políticos sobre ellos", reza el documento publicado este viernes por RSF, que denuncia que este año "se caracteriza por la ausencia manifiesta de voluntad política" para proteger a los periodistas.

Guerra en Gaza

Uno de los eventos a tener en cuenta para entender esta situación es la guerra en la Franja de Gaza. Esta guerra, desatada a comienzos de octubre, no solo se ha cobrado la vida de más de 34.400 personas, en su mayoría mujeres y niños, sino que también destaca por lo más de cien periodistas y profesionales de la información fallecidos a cuenta de las bombas israelíes sobre Gaza, más de una veintena de ellos mientras ejercían su trabajo.

Por otro lado, la invasión rusa de Ucrania sigue marcando una tendencia negativa en lo que a la libertad de prensa se refiere, y aunque RSF no destaca en este caso la cifra de periodistas muertos por el conflicto, sí que alerta de la influencia de Rusia y Bielorrusia en los países de Europa del Este y Asia Central a la hora de controlar la información.

De acuerdo con RSF, "la censura de los medios se ha intensificado" en ambas regiones y se constata una "asombrosa" mimetización de los actos de represión rusos, especialmente en Bielorrusia, Georgia, Kirguistán o Azerbaiyán. "La influencia de Rusia se extiende hasta Serbia, donde los medios de comunicación progubernamentales difunden propaganda rusa y las autoridades amenazan a los periodistas rusos en el exilio", denuncia la ONG.

Mención especial a Milei

Pero más allá de ambos conflictos, RSF ha destacado el elevado número de elecciones a lo largo de todo el mundo no solo en 2024 --catalogado como "el mayor año electoral de la historia"--, sino también en 2023. De hecho, fue el año pasado cuando, especialmente en Sudamérica, accedieron al poder "depredadores autoproclamados de la libertad de prensa".

Mención especial en este punto para el presidente de Argentina, Javier Milei, quien en una de sus primeras medidas al frente del país y en un acto "simbólico y preocupante", decretó el cierre de Télam, la mayor agencia de noticias de Argentina. Turquía, que también ha celebrado elecciones en los últimos meses, es uno de los países que "continúa perdiendo puntos" en la clasificación.

Otros países tratan de controlar la información a través de las redes sociales y, para ello, llevan a prisión a periodistas por publicar noticias a través de esta vía, restringen el acceso a las plataformas o, directamente, borran contenido en ellas. China y Vientam, ambos en la parte baja de la tabla de países con mayor libertad de prensa, destacan en este apartado.

Por otro lado, algunas formaciones políticas "alimentan el odio y la desconfianza hacia los periodistas", e incluso llegan a orquestar "maniobras de control del ecosistema mediático", como el caso de Italia, donde un diputado de la mayoría parlamentaria está tratando de hacerse con la segunda agencia de noticias más importante del país, según denuncia la organización.

Inteligencia artificial

Pero los ataques a la libertad de prensa no solo son ejercidos desde los partidos gubernamentales o los mandatarios, sino que también se han producido casos de "desinformación con fines políticos" con el uso de Inteligencia Artificial, los conocidos como 'deep fakes'. La periodista eslovaca Monika Todova sufrió durante los comicios legislativos uno de estos ataques después de que saliera a la luz un audio falso en el que la periodista orquestaba un fraude electoral junto al líder del Partido Progresista Eslovaco.