Un estudio forense de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) concluye que la muerte súbita asociada al deporte tiene una incidencia "muy baja" y que afecta a "varones de mediana edad" que normalmente practican "deporte recreativo". Además, el principal origen de este tipo de fallecimientos fulminantes es cardiovascular. El ciclismo y el fútbol a nivel amateur son los deportes en los que más muertes súbitas se producen.
Los autores de este estudio advierten de que para desarrollar estrategias de prevención deben tenerse en cuenta los datos clínicos y los hábitos tóxicos y que es necesario adaptar el deporte en base a la edad, al estado de salud y a las condiciones físicas de cada persona. El doctor Benito Morentin, jefe del Servicio de Patología del Instituto Vasco de Medicina Legal y profesor asociado del Departamento de Especialidades Médico Químicas de la UPV/EHU insiste en destacar que "las actividades deportivas tienen claros beneficios para la salud cardiovascular, y el deporte no se puede considerar como una amenaza para la vida". La muerte súbita asociada al deporte es, según sus indagaciones, un "acontecimiento infrecuente pero catastrófico, con importantes implicaciones clínicas y sociales". Por eso, recomienda que las personas deportistas deben ser examinadas para detectar posibles cardiopatías silenciosas antes de participar en actividades deportivas.
En este estudio multicéntrico, el mayor de estas características realizado en el Estado y uno de los mayores de Europa, se investigaron 288 autopsias forenses realizadas en 25 provincias entre 2010 y 2017. Según los datos facilitados ayer por la universidad pública, el 98,6% de los casos eran varones. La incidencia fue de 0,38 casos por 100.000 habitantes y por año (0,82 entre deportistas habituales); la mayoría (54%) eran varones de entre 35 y 54 años.
Más muertes en ciclismo
Según este estudio los deportes más frecuentes (el 96% recreativos) en los que se produjeron muertes súbitas fueron el ciclismo (28%), el fútbol (18%) y la carrera a pie (17%). La muerte fue de origen cardiovascular en el 99%: cardiopatía isquémica (63%), miocardiopatías (21%) y síndrome de muerte súbita arrítmica (6%). En los jóvenes, las miocardiopatías (38%) y la cardiopatía isquémica (30%), presente a partir de los 20 años, fueron las más prevalentes.
Según las mismas fuentes, la enfermedad se había diagnosticado en vida en 23 de los casos; se observaron antecedentes clínicos relevantes en 30 casos y factores de riesgo cardiovascular, principalmente obesidad, en 95. El análisis toxicológico detectó sustancias cardiotóxicas (alcohol, drogas ilícitas y psicofármacos) en el 7%, y destaca la relación entre cannabis y cardiopatía isquémica aguda.
Prevención y de educación
Según sus autores, este estudio puede servir para ayudar a establecer estrategias de prevención así como para educar a la población. En opinión del doctor Morentin, "la finalidad de los reconocimientos médicos de personas que van a participar en algún evento deportivo debería de ser intentar reducir los casos de muerte súbita, pero también servirían para educar a la población: el tipo de alimentación que puede llevar, desaconsejar el consumo drogas, advertir de que si se tiene algún síntoma se debe consultar a un cardiólogo, adecuar la actividad deportiva...".
Morentin remarca la importancia de practicar deporte "de la manera más segura posible y recomienda adaptar la intensidad con la que se puede practicar deporte en función de la edad, del estado de salud y de las condiciones físicas de cada cual".
El investigador señala, asimismo, que "es muy difícil predecir quién puede tener una muerte súbita cardiovascular", pero afirma que la prevención de la muerte súbita asociada al deporte podría mejorar si se dispusiera de una mayor cantidad de datos fiables sobre su incidencia, los factores clínicos y toxicológicos precipitantes y las causas de la muerte mediante autopsias ya que podrían ayudar a establecer estrategias de prevención. Según los autores de este estudio, es necesario "hacer estudios epidemiológicos relacionados con los hábitos tóxicos y dietéticos o la exposición a tóxicos ambientales, junto con el estudio de los factores genéticos". En ese sentido, hacen un llamamiento "urgente" para que se cree un registro nacional obligatorio de la muerte súbita asociada al deporte con la participación de médicos forenses y patólogos.
" Es un acontecimiento infrecuente, pero catastrófico, con fuertes implicaciones clínicas y sociales"
"Es muy difícil predecir quién puede tener una muerte súbita cardiovascular"
Médico forense y profesor de la UPV