La Audiencia Provincial de Zamora ha condenado a un hombre a 13 años y 8 meses de prisión por agredir sexualmente a un joven con una discapacidad psíquica y física del 100 % al que abordó en las inmediaciones de un bar para obligarle a tener relaciones sexuales en la trasera de un pabellón deportivo de la ciudad. La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, fija además una indemnización de 10.000 euros para la víctima e impone al acusado ocho años de libertad vigilada una vez cumplida la condena de cárcel, según el fallo judicial al que ha tenido acceso Efe.
El tribunal provincial zamorano basa la condena en las pruebas biológicas obtenidas tras el suceso, que establecen, con una probabilidad de error menor de uno entre tres mil, que había restos del ADN del acusado o de un ascendente paterno en un preservativo recogido por la policía en el lugar de la violación. Ese preservativo coincidía en marca, lote y fecha de caducidad con los que encontraron al acusado cuando fue detenido. Además, el tribunal da veracidad al testimonio de la víctima, al indicar que ha ofrecido un testimonio consistente y mantenido en el tiempo, en el que relata que el acusado le había amenazado con una navaja para que le acompañara al lugar y accediera a consumar la agresión sexual.
Del mismo modo, en el juicio declararon testigos que vieron cómo el acusado se iba con el joven y más de media hora después la víctima regresaba a un establecimiento hostelero que frecuentaba "desaliñado, todo manchado y muy nervioso". En ese bar intentó explicar lo que le había ocurrido y también informó a su madre por WhatsApp del suceso al indicarle que le había tocado "hacer una guarrada" y que no quería "líos". El acusado sostuvo en la vista oral, que se celebró a puerta cerrada el pasado 29 de marzo, que únicamente había acompañado al joven a cruzar la carretera por sus problemas de movilidad pero que no había ido a la trasera del pabellón deportivo, testimonio que queda desvirtuado por lo declarado por la víctima y las evidencias recogidas por la Policía Nacional en el lugar de los hechos.
La violación tuvo lugar sobre las dos de la tarde del 5 de diciembre de 2019 cuando, según el relato de hechos probados que establece la sentencia, el acusado abordó al joven discapacitado cuando fumaba a las puertas del establecimiento hostelero y le intimidó con una navaja. Una vez en la trasera del pabellón deportivo, el acusado consumó la agresión sexual.