Osakidetza intentará detectar la depresión en adolescentes desde los 12 años, un trastorno que se ha incrementado notablemente a raíz de la pandemia. Se trata de una de las principales novedades de la actualización del Programa de Salud Infantil (PSI). “Confiamos en que sea una herramienta útil tanto para los profesionales como para las familias y, en definitiva, para la mejora de la salud de los niños y adolescentes de Euskadi”, manifestó ayer Gotzone Sagardui.

La consejera de Salud aseguró que “cuidar de su salud siempre ha sido una prioridad para el Departamento de Salud y Osakidetza, de ahí que se haya visto la necesidad de actualizar este programa que se venía aplicando desde hace años”, subrayó.

Con esta revisión del PSI, se implantan otros tres nuevos cribados en la población infantil y adolescente ( de 0 a 14 años) para detectar la enfermedad celíaca, la hipercolesterolemia, y la hipertensión arterial. En el caso de la celiaquía y la hipercolesterolemia se llevará a cabo únicamente en grupos de riesgo. En el primer caso, el cribado se practicará a los 3, 6, 10 y 13 años, y en el segundo a los 10 años.

El cribado de hipertensión arterial será universal y a los 3, 6, 10 y 13 años, y la detección de depresión en adolescentes desde los 12 años. A partir de los 14 años, los adolescentes pasan ya al sistema de atención sanitaria general de adultos.

La revisión científica de las actividades sanitarias, así como las recomendaciones internacionales y de las Guías de Práctica Clínica, permite incorporar actividades nuevas como la visita pediátrica prenatal con la matrona en el tercer trimestre del embarazo con el fin de establecer un primer vínculo con el equipo pediátrico. Asimismo se introduce el desarrollo de la “ruta de la bronquiolitis” para prevenir esta enfermedad que es la primera causa de ingresos hospitalarios en bebés. También se prevé una adaptación específica de todo el programa de atención para recién nacidos prematuros, con muy bajo peso o con síndrome de Down.

Se han eliminado, por otra parte, actuaciones que no se sustentan en la evidencia científica, entre ellas, la administración de yodo durante el embarazo.

Sagardui destacó que esta “actualización” del PSI permite ofrecer una atención homogénea en todos los centros de salud ya que “sin los profesionales de Pediatría y Enfermería de la Atención Primaria, no sería posible el programa de salud infantil”. Así, se definen unas acciones comunes para todos los ambulatorios que atiendan a menores y adolescentes, como por ejemplo un calendario de visitas estandarizado y por edades, desde los 0 a los 14 años. Además se detallará todas las actividades que se deben llevar a cabo en cada visita, como la supervisión del desarrollo físico, los cribados, el cuidado bucodental o la vacunación.

Se mejorará también el registro de la historia clínica de cada paciente. Todo ello con un doble objetivo: el de evitar problemas de salud antes de que se produzcan o detectarlos en fase precoz; y el de orientar, apoyar y empoderar a las familias en el cuidado de sus hijos e hijas.

Visita prenatal

La visita pediátrica prenatal se implantará progresivamente para presentar el equipo de pediatría a las familias que van a tener un bebé y poder establecer un primer vínculo y responder a las dudas pediátricas.

Más cribados

La implantación de cuatro nuevos cribados: el de la enfermedad celiaca y el de hipercolesterolemia, ambos dirigidos a grupos de riesgo, el cribado de hipertensión arterial, y el de detección de depresión mayor en adolescentes.

Bronquiolitis

En las consultas pediátricas se implantará la ruta de la bronquiolitis, para prevenir la primera causa de ingresos hospitalarios entre bebés.

Prematuros

Adaptación del programa para los y las recién nacidas con prematuridad extrema o muy bajo peso y para el Síndrome de Down, con el esquema adaptado de su calendario de visitas del PSI, y las actividades específicas que requieren.

“Sin los profesionales de Atención Primaria no sería posible el Programa de Salud Infantil”

Consejera de Salud del Gobierno Vasco