- El Ministerio de Sanidad y las comunidades seguirán discutiendo aún la nueva estrategia de control de la covid-19, que se centrará en casos graves y vulnerables, eliminando los aislamientos de los asintomáticos y las pruebas con carácter general. Finalmente, la Comisión de Salud Pública, que ya se reunió este jueves para abordar esta cuestión, ha dejado el documento -cuya aprobación estaba prevista para ayer- abierto para recibir en los próximos días las aportaciones que quieran ir haciendo las comunidades, informaron fuentes de este órgano.
La nueva estrategia covid, que abrirá un nuevo escenario en la gestión de la pandemia para seguir solo los casos graves y los entornos vulnerables y que aún tiene que terminar de cerrar, elimina los aislamientos a los asintomáticos; en residencias de mayores y los pacientes hospitalizados se prolongarán aún durante cinco días. También suprime las pruebas con carácter general para dejarlas a criterio del profesional, aseguraron otras fuentes presentes en la reunión.
Así lo había avanzado el consejero extremeño, José María Vergeles, antes del nuevo encuentro de la Comisión, cuando detalló que la nueva estrategia covid determina que “no hace falta” hacer pruebas a todo el mundo, sino realizar “una estimación de la incidencia en la población general”. En el nuevo periodo se vigilará especialmente la enfermedad grave, a las personas vulnerables y las que trabajan en entornos como residencias sociosanitarias, hospitales y ayuda a domicilio, entre otros.
“Desaparecen las cuarentenas en la población general”, que no tendrán baja laboral salvo que, como ocurre en otras infecciones respiratorias, “tengan unos síntomas de enfermedad”, como fiebre, malestar general o dificultad para respirar que “le impiden estar unos días trabajando”, explicó. En estos casos “se le dará la baja por ese motivo, pero ya no por covid”, la cual se indicará para “aquellos profesionales que trabajen en entornos vulnerables”. De esta forma, según Vergeles, “ya no importa tanto cuál es la etiqueta de esa infección respiratoria”, lo que “sí se aconseja” es que “las interacciones que tenga con la sociedad sea lo más protegido posible”.
En esta misma línea, Madrid ya presentó el pasado 8 de marzo el marco en el que se iba a desarrollar la nueva etapa de la pandemia. Su propuesta era, además de eliminar aislamientos para casos asintomáticos y la realización de pruebas generalizada, empezar a retirar la mascarilla, aunque este asunto sigue sin abordarse en la Comisión.
Por otro lado una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Fundación Jiménez Díaz ha confirmado que las mutaciones de ómicron ya existían en pacientes infectados meses antes de ser dominantes, según un estudio que ha usado una técnica de secuenciación ultra profunda que permite detectar secuencias víricas no detectables por los métodos habituales. Los resultados han desvelado que a pesar de que los pacientes se infectaron con la variante alfa, predominante en esa fecha (entre enero y marzo de 2021), cambios correspondientes a las variantes delta plus, iota y ómicron ya estaban presentes en esas muestras meses antes de que adquiriesen relevancia epidemiológica.
20.000 casos diarios. La incidencia acumulada por coronavirus ha registrado nuevamente una ligera subida (13 puntos hasta los 445 casos), una senda que se inició el viernes de la semana pasada pero que no se traduce en un fuerte aumento del nivel de transmisión del virus, que se mantiene contenido con 64.597 nuevos contagios. Los datos del Ministerio de Sanidad ponen de manifiesto que la incidencia global en España ha aumentado debido a subidas en 15 territorios desde el martes, período en el que se han contabilizado unos 20.000 nuevos casos cada día. Se trata de la mayor subida desde el viernes pasado, aunque el nivel de trasmisión no se refleja, según los datos, en un mayor número de nuevas infecciones. El número de nuevos infectados sigue en línea con los registrados en semanas anteriores.