- Los trece días transcurridos ya desde el comienzo de la invasión de Ucrania por fuerzas militares rusas arrojan la escalofriante cifra de dos millones de personas que han abandonado el país huyendo de las bombas, buscando refugio. Y Euskadi se prepara para dar la más adecuada respuesta al “goteo permanente” que espera ir recibiendo, al tiempo que sus instituciones trabajan para encauzar la “avalancha de solidaridad” mostrada por los vascos.
Acuerdos con las ONG que trabajan sobre el terreno, preparación de recursos de alojamiento, organización de vías que aseguren la seguridad de quienes quieren acudir a la frontera para prestar su ayuda... Toda tarea es poca y el Ejecutivo vasco apura sus capacidades en busca de una respuesta coordinada y a la altura de las actuales circunstancias que espera cerrar esta misma semana.
La consejera explicó que el Ejecutivo desconoce cuándo puede producirse “una llegada masiva”. Pero antes de que llegue a darse esta eventualidad, explicó que el Gobierno Vasco ya trabaja para articular una respuesta “coordinada, seria y responsable” que dé respuesta a las necesidades de esas personas. “Veremos cuáles son las necesidades, pero tendremos que dar una respuesta a estas personas así como a las que llegan también de otras partes del mundo”, precisó Artolazabal, quien se detuvo en lamentar que en diferentes escenarios aún haya “personas que tienen que escapar de sus países porque están siendo perseguidas”.
La sociedad vasca se ha volcado en la respuesta a los ciudadanos afectados por esta crisis. Recogida de mantas y alimentos, preparación de convoyes de ayuda... Y hasta 2.000 ofrecimientos de acogida en casas particulares que son los que contabiliza ya el correo errefuxiatuak@euskadi.eus habilitado a tal efecto por el Ejecutivo vasco y al que de hecho, según explicó Artolazabal, han recurrido incluso ciudadanos de otras comunidades, conformando lo que definió como una “avalancha de solidaridad” que precisa ahora ser encauzada.
En este sentido, Artolazabal explicó que ya se trabaja de forma coordinada entre los departamentos del Gobierno Vasco y se va a “cerrar en las próximas horas un documento de colaboración entre los diversos niveles institucionales con las asociaciones para dar una acogida ordenada y coordinada” a las personas que busquen refugio en Euskadi.
Por el momento, la llegada de estas personas se está produciendo “por vías informales”, a través de los contactos que tienen entre los ucranianos que viven en el País Vasco, y en su mayoría están siendo atendidos por “redes informales” de familiares o compatriotas. Se prevé que los que les sigan lleguen a Euskadi con idea de que su estancia sea “media o larga”, dijo Artolazabal, por lo que abogó por habilitar recursos teniendo en cuenta ese “horizonte temporal”.
Así, a una primera atención de urgencia anunció que le seguirán “otras respuestas en el medio y largo plazo” que atiendan a necesidades de residencia, apoyo psicológico, manutención o escolarización de los niños para que las familias estén en Euskadi “hasta que la reconstrucción en su país se produzca” o para que permanezcan en la comunidad autónoma si así lo deciden.
“Creemos que teniendo ya una diáspora importante de ucranianos en Euskadi puede que seamos un destino en el que las personas intenten retomar sus vidas”, aseguró la consejera. Y teniendo en cuenta esta realidad, anunció que el Gobierno vasco ya ha llegado a un acuerdo con la ONG Zehar Errefuxiatuekin, antes CEAR Euskadi, para colaborar en la gestión de los ofrecimientos de ayuda de los ciudadanos, al tiempo que mantiene contactos con las asociaciones que desde hace años traen a Euskadi a niños ucranianos en busca de lograr la mayor coordinación posible.
Recursos
El Gobierno Vasco atiende por el momento a una veintena de refugiados en los recursos de que dispone en Oñate, Tolosa y Berriz pero espera un “goteo permanente” que se ha comprometido a atender. En este sentido, trabaja para encauzar los 2.000 ofrecimientos de acogida que particulares le han hecho llegar a través de ‘errefuxiatuak@euskadi.eus’.
Coordinación
El Ejecutivo acelera para dibujar una hoja de ruta que alumbre una respuesta coordinada entre los diferentes Departamentos, las ONG y los agentes sociales que están implicados en la acogida de los ucranianos que llegan a Euskadi.
