El jurado popular, tras su deliberación, que se ha desarrollado a la largo de este martes, ha considerado culpable a J.J.R, de 49 años, por asesinar a martillazos a su madre, de 74 años, en junio de 2020 en Nájera, "cuando ésta no tenía posibilidad alguna de defenderse".
Pasadas las nueve de la noche se ha dado lectura, en la Audiencia Provincial, el objeto del veredicto por parte del jurado popular, tras la vista que se celebró ayer, lunes.
No obstante, el Ministerio fiscal y la defensa del parricida alcanzaron un acuerdo de conformidad por el que coinciden en acusarle de un delito de asesinato con la agravante de parentesco y reconociéndole la atenuante de alteración psíquica muy cualificada. Piden para él veinte años de prisión (en un inicio el Ministerio Fiscal pedía prisión permanente revisable, y la defensa la libre absolución por alteración psíquica) y que indemnice con 25.000 euros a cada uno de sus hermanos por la muerte de su madre.
El portavoz ha dado lectura del criterio del jurado, que incluye que no procede suspensión de la condena y no se incluya en la sentencia la posibilidad de que el acusado sea indultado.
PROBADOS TODOS LOS PUNTOS
En concreto, el veredicto del jurado considera probados, por unanimidad, todos los puntos, en la mayoría de los casos por la propia declaración del acusado en el juicio, celebrado ayer, en el que declaró "haber dado muerte a su madre mientras se encontraba en su habitación dormida en la cama" a la que "agredió con un martillo y un cuchillo de cocina".
En los objetos, además, según ha proseguido se encontraron "sangre de ambos", ha indicado como así lo señalaron en el juicio oral agentes de la Guardia Civil, al tiempo que han apuntado que el acusado en la llamada al SOS Rioja reconoció haber matado a su madre.
Además, recoge el testimonio de los forenses, en la autopsia, que indicaron que las heridas a la víctima era "compatibles con la muerte".
Asimismo, ha indicado que también está probado el hecho de que la madre, según el médico forense del Instituto de Medicina Legal de La Rioja, "tenía diversas patologías que la mantenían prácticamente todo el día encamada, siendo una persona físicamente discapacitada, que no salía prácticamente de casa, tenía una hernia discal, poliartrosis, y una patología psicológica en seguimiento", así como que tenía una "elevada vulnerabilidad y que no se podía defender de ningún tipo de agresión".
Sobre el acusado, y a tenor de los informes de los forenses, se indica que "había tenido múltiples ingresos psiquiátricos y tenía disminuida su capacidad de conocer".
