- “Convivimos con un montón de enfermedades producidas por virus, y la causa más probable es la contaminación de la Tierra”, alerta Anton Erkoreka, director del Museo Vasco de la Historia de la Medicina de la UPV/EHU, que hace un llamamiento para “cuidar más el medio ambiente”.

¿Estamos ante el principio del fin, o la séptima ola aguarda a la vuelta de la esquina?

-Si comparamos esta pandemia con otras virales y respiratorias de los últimos 130 años, como la española o la asiática, vemos que todas ellas han tenido un patrón de funcionamiento muy parecido, idéntico al del covid. Y vienen a durar entre dos y tres años.

De modo que todavía queda un largo trecho para decirle adiós.

-Bueno, quizá no tanto. Aunque los medios de comunicación recogen estos días que se cumple ahora el segundo año desde que irrumpió la crisis sanitaria, la pandemia comenzó en realidad en 2019. Se estima que para noviembre de ese año el virus ya estaba circulando tras dar el salto de murciélago a persona. Así, habrían transcurrido del orden de dos años y medio desde que empezó. Teniendo este dato en cuenta, y si esta pandemia sigue el mismo ritmo de las estudiadas en los últimos 130 años, estamos ante el final de la fase pandémica del covid, que dará pasó a la endémica. Es previsible que pronto se convierta en una más de nuestro entorno. A partir de ahí, habrá que lidiar con ella como hacemos con la tuberculosis, la gripe o con cualquier otra enfermedad actual.

¿Se atreve a aventurar este año el momento en el que digamos adiós a la fase pandémica?

-Debería ir enfriándose para esta primavera. A partir del invierno, en caso de que tome un ritmo estacional, podríamos estar hablando ya del comienzo de la fase endémica.

¿Cómo abordar esa nueva fase?

-La gran diferencia de las enfermedades endémicas es que muestran un ritmo al que ya le podemos hacer frente, lo cual no quiere decir que no tengan consecuencias. La tuberculosis, por ejemplo, es una enfermedad endémica y mata a 1,6 millones de personas al año en todo el mundo. La malaria también es una enfermedad endémica y mata a 600.000 personas al cabo del año. Habrá que ver qué aspecto y qué ritmo va tomando el SARS-CoV-2 a partir del invierno.

¿Acabará mutando hasta convertirse en un catarro?

-Nos encontramos ante dos posibles salidas. La primera, que tome un ritmo estacional, como ocurre con la gripe. Sería de este modo una variante más del virus que comienza a circular cuando es invierno en el hemisferio norte, de ahí que todos los años se produzcan epidemias potentes hacia el mes de enero y febrero. Con la llegada del calor remite y pasa al hemisferio sur, donde comienza el invierno. Los virus influenza van pasando de un hemisferio a otro, siempre donde hace frío.

¿Es lo que ocurrirá con el SARS-CoV-2?

-Es una de las posibilidades, pero no lo creo. Hace unos meses habría dicho que sí, pero en este momento estamos viendo que el virus está actuando del mismo modo tanto en el hemisferio sur, donde ahora es verano, como en el hemisferio norte, donde ahora es invierno. Mueren por covid tanto en Chile o Argentina como en Europa.

Siendo así, ¿cuál es la segunda posibilidad?

-Vamos a ver. Existen siete coronavirus, de los que tres han producido cuadros pandémicos: MERS, SARS-CoV-1 y SARS-CoV-2. Hay otros cuatro leves que simplemente provocan un pequeño constipado. Sospechamos de estos cuatro en algún momento fueron coronavirus con una cierta virulencia, que remitió en la medida que fueron mutando. Esa es la línea que puede seguir el SARS-CoV-2 a partir del invierno que viene.

¿Después de la variante ómicron vendrán otras?

-Seguro. Incluso dentro la ómicron hay subvariantes con características muy diferenciadas de la original.

¿La variante ómicron es la más contagiosa de la historia, o es mucho decir?

-No, no es mucho decir. El sarampión se ha considerado que es el microorganismo más transmisible. También el H1N1, responsable de la gripe española. Cuando leía documentos de 1918 me parecía que era una exageración de los médicos de la época. Ahora, con lo que hemos vivido, los leo con otra mirada, y es cierto lo que nos contaban. Ómicron es poco virulenta, pero supertransmisible, de ahí que siempre haya personas a las que les afecta. En este momento sigue habiendo cifras de mortalidad elevadísimas, que parece no advertir la gente. Vemos en el comportamiento social de nuestro entorno como si todo esto ya hubiera pasado, pero no es así.

¿Existen paralelismos entre la gripe española de 1918 y la actual?

-Cuando llegó la pandemia, siempre hacía la comparación con la gripe española. A finales de 2020 ya vimos claro que su funcionamiento iba a ser a base de olas. Pero en este momento, en vez de compararla con la gripe española la compararía más con la rusa o la asiática. La española mató en todo el mundo a 22 personas por cada mil habitantes. El covid ha matado a una persona por cada mil. La diferencia de tasas de mortalidad es abismal.

¿El virus de la gripe aviar es más temible?

-Es un virus a tener muy en cuenta. Fue en 1997, con la primera infección de gripe aviar H5N1 en humanos, cuando los investigadores empezaron a preocuparse realmente ante la posibilidad de que se produjera una pandemia por zoonosis, enfermedad que pasa de animales a humanos. Desde entonces han ido apareciendo brotes de gripe aviar en Europa, África y Asia. Estamos en un momento de máximo peligro con la gripe aviar. En Francia han matado 2,5 millones de aves. En España hemos conocido en las últimas semanas alguna macrogranja en la que se han matado a 130.000 gallinas ponedoras. Al ser de transmisión aérea, son las aves silvestres las que van transmitiendo este virus. Hay que estar muy pendientes de cuál es su evolución porque si llegara a tener una mutación virulenta y transmisible, podríamos tener un problema incluso entre humanos.

¿Por qué se producen este tipo de ciclos por los que cada quince o veinte años surgen nuevas pandemias?

-No lo sabemos. Hay que admitir que tenemos lagunas de conocimiento. Lo que es importante señalar es que en este momento estamos inmersos en una fase histórica ya que durante este siglo hemos conocido el MERS, SARS-CoV-1, SARS-CoV-2, el ébola, la gripa A, el virus chikungunya y el Zika. Convivimos con un montón de enfermedades producidas por virus que proceden de Asia central o de África y que nos están dando bastantes sustos.

¿A qué razón obedece?

-La causa más probable es la superpoblación y la contaminación de la Tierra. Estamos destruyendo nuestro entorno, nuestros bosques y la Naturaleza. El planeta está cada vez más deteriorado por el cambio climático, lo que va a provocar que cada vez haya más virus que salten de animales a personas y se expandan. Deberíamos estar alerta y cuidar más el medio ambiente, ya que esta es la razón que en buena medida explica lo que está ocurriendo con esta pandemia.

“Si comparamos esta pandemia con otras virales de los últimos 130 años, todas han tenido un funcionamiento idéntico al del covid”

“Sigue habiendo cifras de mortalidad elevadísimas, pero vemos un comportamiento en el entorno como si todo esto ya hubiera pasado, y no es así”

“Estamos en un momento de máximo peligro con la gripe aviar; hay que estar muy pendientes ante una posible mutación virulenta”