Casi la mitad de las enfermeras han pensado en algún momento dejar su profesión por el agotamiento físico y mental sufrido durante la pandemia y un tercio no volvería a elegir estos estudios, según la mayor encuesta hecha hasta la fecha en la profesión, difundida ayer.

Los resultados de la encuesta del Consejo General de Enfermería arrojan que el 67,5% de estas profesionales ha padecido ansiedad; el 88,5% estrés, un 33% depresión y un 58% temor y miedo, unos datos “impactantes y preocupantes” que muestran una afectación muy superior a la del resto de la población y su “penosidad laboral”, explicó en el acto de presentación del estudio su presidente, Florentino Pérez.

Cerca de la mitad de los profesionales (un 48%) padeció la covid-19 y, de todos ellos, un 14,5% ha estado contagiado ya dos o más veces. Su incidencia supera ampliamente a la de la población general, situada en torno a un 21%.

Pérez anunció movilizaciones a nivel estatal “sin precedentes”, aún pendientes de fecha, porque “estamos cansados de homenajes estériles y buenas palabras”. “Queremos hechos reales, mejoras de nuestros derechos laborales. Es hora de actuar” para acabar con el régimen laboral de inestabilidad. En conjunto, más del 84% de las enfermeras han estado afectadas a nivel emocional y de salud mental por culpa de la crisis sanitaria del coronavirus, en especial las que trabajan en las UCI -donde hay un índice de mortalidad mucho más elevado que en otras áreas-, seguido de las de urgencias y atención primaria.

La encuesta, en la que participó 19.300 enfermeras entre el 25 de enero y 1 de febrero pasado, la mayoría (60%) con 16 o más años de experiencia y del sector público (85%), refleja que el 46,4% ha pensado en algún momento en abandonar su profesión, un dato “estremecedor que nos obliga a hacer una reflexión y adoptar medidas de mejora para dar soluciones inmediatas”.

Además, el 28,4% de las encuestadas afirma que no volvería a matricularse en esta carrera, un porcentaje que alcanza el 30% en el caso de aquellas profesionales que desarrollan su labor en hospitales y las UCI.

Y del 9,3% que están en posición de acogerse a una jubilación anticipada, el 63 % manifiesta su deseo de hacerlo. En términos absolutos en torno a 15.000 enfermeras que, cumpliendo los requisitos para jubilarse antes, aunque suponga una reducción en su pensión, estarían dispuestas a realizarlo.

Esta radiografía de la profesión refleja que la realidad es “muy cruda” y contribuye a ello la falta de reconocimiento social. “Las enfermeras han pasado del reconocimiento a un total olvido. Estamos en una situación insostenible y está provocando algo impensable” por el carácter vocacional de la profesión: el abandono, según Pérez. En cuanto a la necesidad de incrementar las plantillas para responder a las necesidades asistenciales, la mayoría de los encuestados coinciden en que hay que doblar el número de enfermeras en plantilla para atender adecuadamente a los pacientes.

Baja

El 16,5% de las enfermeras se han visto obligadas a pedir la baja por ansiedad, estrés o agotamiento mental -sobre todo en el área sociosanitaria (19,1%)-, a las que se unen las derivadas de los contagios.

Covid

El 79,3% afirma que su atención sanitaria tiene que ver con pacientes covid en mayor o menor medida al cabo de cada día.