Un millón de casos de cáncer no fueron diagnosticados en Europa por culpa de la pandemia, que impidió hacer 100 millones de pruebas de detección de una enfermedad que es la segunda causa de muerte en el continente y la primera en niños mayores de un año, según un informe del Parlamento europeo.

Otra de las conclusiones del informe, presentado este jueves en Madrid por tres eurodiputados miembros de la comisión de la Eurocámara que lo elaboró, es que uno de cada cinco pacientes de cáncer no recibió a tiempo el tratamiento quirúrgico o de quimioterapia que necesitaba durante la emergencia sanitaria.

La comisión especial de Lucha contra el Cáncer (BECA, en inglés), de la que forman parten los eurodiputados Nicolás González Casares (PSOE), Dolors Montserrat (PP) y Margarita de la Pisa (Vox), aprobó el informe el pasado 9 de diciembre y su votación en el pleno del Parlamento Europeo (PE) tendrá lugar la semana del 14 de febrero.

Los enfermos de cáncer y aquellos que "lo tienen y no lo saben son los grandes afectados de la pandemia", destacó Gónzalez al alertar, además, de las desigualdades entre los países miembros de la Unión Europea (UE), que "se ven claramente en el acceso a tratamientos y en el diagnóstico".

DESIGUALDAD ENTRE LOS ESTADOS MIEMBRO

En el acceso a tratamientos hay una diferencia entre países "de nueve a mil días", detalló Montserrat.

El cáncer va camino de convertirse en la primera causa de muerte en Europa, es "un problema creciendo debajo de nuestra alfombra sanitaria" que es urgente abordar, según González.

Europa, con menos del 10 % de la población mundial, registra un cuarto de todos los casos globales de cáncer, enfermedad que mata cada año en el continente a 1,3 millones de personas, entre ellas 6.000 niños y jóvenes.

La contaminación del aire y la exposición a sustancias peligrosas en el trabajo están entre los factores de mortalidad, pero la principal causa de riesgo de muerte por cáncer sigue siendo el consumo de tabaco, ya que provoca entre el 15 % y el 20 % de todos los casos.

De la Pisa explicó que lo que los médicos y otros expertos consultados por la comisión BECA "más han repetido" es la importancia de los cribados, teniendo en cuenta la experiencia de la prevención del cáncer de mama.

Por ello, el informe pide protocolos comunes para el diagnóstico y la investigación que sirvan de guía a todos los países de la UE, garantizar el derecho al olvido para que los supervivientes de cáncer no sean discriminados y plantear la compra centralizada de tratamientos como se ha hecho con las vacunas contra la covid-19.

El informe anima también a los Estados miembros a ofrecer asesoramiento sobre nutrición en la atención primaria, así como a abordar el consumo excesivo de carne, productos ultraprocesados y con alto contenido de azúcares, sal y grasas.

OBJETIVO: AUMENTAR LA INVERSIÓN EN INVESTIGACIÓN

Además, fija el objetivo de destinar el 3% del PIB de la UE a investigación y desarrollo, y considera que una política común a nivel europeo y el intercambio transfronterizo de conocimientos son absolutamente esenciales para avanzar en la lucha contra el cáncer.

"Hemos escuchado mucho a los pacientes, se han sentido protagonistas", indicó Montserrat al destacar el "cambio de paradigma" que supone "armonizar" la lucha contra el cáncer para, si se hace bien, convertir a la UE en un líder mundial en detección, prevención y acceso a tratamientos.

El objetivo es que el informe, una vez aprobado en el pleno de la Eurocámara, impulse nuevas legislaciones contra el cáncer por parte de la Comisión Europea y de los Estados miembros, así como reformas legales de las directivas del tabaco, ensayos clínicos y asistencia sanitaria transfronteriza, entre otras.