¡Cómo no le íbamos a poner la vacuna! Si está protegido él, estamos todos protegidos. Karmele lo tiene hiperclaro. Como Karmele, algunos aitas y muchas más amas se apresuraron a pedir la cita ayer para poder tener a sus hijos e hijas de menos de doce años vacunados. "Con la vacuna se acabó el estar siempre en vilo, estar permanentemente de cuarentena y tenerles sin poder hacer nada", afirma Iñigo.
Las aitas y amas más diligentes no han perdido ni un segundo para inmunizar a los pequeños de la casa. Osakidetza había adjudicado al mediodía ya más de 22.000 citas de vacunación. Y esta misma tarde ha comenzado a inocular al tramo de edad entre 9 y 11 años. Salud pretende vacunar lo antes posible a los menores comprendidos en esta franja, para poder continuar con los niños más pequeños. De hecho, esta misma tarde pretendía inocular 2.475 dosis.
UXUE, UNA DE LAS PRIMERAS
En el centro de salud de Indautxu, una de las primeras fue Uxue de 11 años, del colegio Gallego Gorria. Reconoce abiertamente que fue su ama, Ixone, la que le convenció para pincharse. "Llamé por teléfono ayer por la tarde porque no conseguía cita por internet".
Mikel e Izaro, de diez años, esperan pacientemente en la tercera planta del ambulatorio de Doctor Areilza. Los dos comparten clase, 5ºA, dicen al unísono, de Jesuitas de Indautxu, "una de las pocas clases que se ha librado de estar confinada", aclaran.
Sus amatxus, Estrella y Elena, tenían muy claro que iban a vacunar a sus vástagos. "Nosotras creemos que la vacuna anticovid no entraña ningún riesgo y, en nuestro entorno, los padres mayoritariamente van a ponerla. Pero también conocemos a otra gente que prefiere esperar. Van a esperar unos meses a ver si causa algún tipo de reacción, y a ver si hay efectos secundarios. Lo que haya pasado en Estados Unidos o en Israel, y que ya hayan sido inmunizados millones de niños, no lo tiene en cuenta nadie".
"Pero la mayoría creemos en la vacunación de nuestros hijos porque todos queremos salir de esto cuanto antes"
"ME VACUNO PARA PROTEGER A MI AMA"
Erlantz Diez (como el número, sin acento, aclara el chaval) tiene 11 años y estudia en La Pureza en el aula 6ºA. Ha acudido acompañado de su ama, Ana, pero ha sido él solo, el que ha tomado la decisión de vacunarse. "Lo ha hecho por mí, por protegerme. Soy paciente de hematología y soy paciente de riesgo y él enseguida ha tenido claro que debía vacunarse".
Euskadi ha recibido ya 60.000 vacunas pediátricas de Pfizer de las más de 1,3 millones que llegaron este lunes a España para administrarlas a niños de entre 5 y 11 años, una población que en la CAV ronda los 145.000 menores.
"ESTAMOS HASTA EL GORRO DE LA PANDEMIA"
Martina de 9 años es la más pequeña del grupo de vacunados. Estudia en Begoñazpi Ikastola y confiesa que ha sentido como un pellizquito, aunque se lleva la mano al brazo izquierdo. Su ama, Tamara, está "hasta el gorro de la pandemia". También fue de las primeras en vacunar a su otro hijo, Markel, de 13 años.
"Es muy importante que se vacune todo el mundo. Lo que pasa es que hasta que no se liberalicen las patentes y hasta que no esté el tercer mundo vacunado no se va a solucionar nada", dice convencida.
La vacunación se llevará a cabo en los centros de salud y en puntos de vacunación intermedios, por lo que no se inoculará en los centros escolares.
El hecho de que sea extraescolar, asegura el acompañamiento del progenitor y, con ello, el consentimiento. Además la vacunación infantil es un tema peliagudo que crea cierta polémica entre las familias que están de acuerdo y entre las que tienen más reticencias al respecto por lo que "es mejor que se encarguen los ambulatorios", según la Federación de AMPAS.