Cuando ya habían desaparecido los ecos de las limitaciones y los horarios de cierre se habían desvanecido, la ciudadanía vasca podría tener que incorporar a su modus vivendi otro condicionante más: el certificado sanitario. El documento (en forma de código QR o en papel) sería una especie de salvoconducto para poder acceder a los locales de ocio nocturno y a los restaurantes con sillas para más de 50 comensales.

La decisión final será adoptada hoy por los magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV). Y no será la primera vez que la última palabra sobre la evolución de la pandemia y su influencia en la vida diaria de la ciudadanía vasca esté reservada al juez Luis Garrido, presidente de esa sala, contrario a toques de queda, cierres perimetrales y limitaciones sociales.

La Fiscalía vasca se pronunciaba hace unos días a favor de la solicitud del Gobierno Vasco para autorizar la implantación del popularmente conocido como pasaporte covid. Entienden y razonan en su escrito que la petición no supone un tratamiento discriminatorio en ningún caso. La finalidad, argumentan, es prevenir la transmisión del virus y “proteger la vida e integridad física” de quienes se encuentran en el interior de ese local de ocio nocturno o de ese restaurante.

Fase expansiva de la pandemia

La Fiscalía defiende la “necesidad, idoneidad y proporcionalidad” de la medida en la actual fase expansiva de la pandemia. Pero más allá de estas consideraciones sociales, fundamentan sus opiniones en el contenido jurídico y legal de la Constitución española, el Estatuto de Gernika, la Ley Orgánica 3/1986 de medidas especiales en materia de salud pública. E incluso se hace mención explícita a la jurisprudencia creada recientemente por el mismísimo Tribunal Supremo (TS) en relación con este mismo asunto.

Incluso la propia ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha reconocido estos días pasados que las comunidades “tienen un camino abierto” para solicitar el certificado covid después de que el Supremo haya aprobado esta medida para Galicia, Catalunya y Baleares, por ejemplo. Y es que la presión de las comunidades en favor de la implantación del pasaporte covid ha ido en aumento en las últimas jornadas y ya son doce las que lo reclaman o que incluso piden un autorización integral.

En Galicia, por ejemplo, también se pide en los albergues de peregrinos y desde el viernes pasado es necesario para acceder a hospitales. A pesar de todos esos pronunciamientos favorables, Fernando Simón -cabeza visible del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias- cree que pedirlo para acceder a los locales de hostelería no tiene sentido con casi el 90% de la población diana vacunada con pauta completa.

En manos de la justicia

La pelota queda, una vez más, en manos de la Justicia. Está vez no solo Euskadi ha reclamado la adopción de esta medida para tratar de contener y atajar una nueva ola de transmisión comunitaria del virus y, de paso si es posible, incentivar la vacunación entre los 20 y 29 años, franja de edad donde hay más personas reacias a inocularse. Una decena de Administraciones han pedido ya a sus correspondientes tribunales que analicen la posibilidad legal de encajar el certificado sanitario en el día a día de los ciudadanos.

Navarra incluso propone que esté vigente durante unas fechas concretas (desde el sábado que viene hasta el día de Reyes). También en el caso de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) la implantación de ese pasaporte covid tendría una vigencia concreta ligada siempre y exclusivamente a la incidencia del virus: únicamente sería necesario recurrir a este pase covid cuando la tasa acumulada sea superior a los 150 casos en el conjunto de la geografía vasca.

A primera hora

Así las cosas, desde las nueve y media de la mañana, los togados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJPV analizarán los pros y los contras (jurídicos, claro) de esa demanda. La afección a un derecho fundamental como es la libertad individual está ahí, pero también el derecho fundamental a la vida y a la salud pública. La Fiscalía entiende que estos últimos deben prevalecer “por encima de todo”. Como mucho, reconocen, entraría en conflicto con el derecho al trabajo de las personas empleadas en esos locales de ocio nocturno y restaurantes.

Con todo, la exigencia del pasaporte covid se presenta como la decisión menos gravosa para ayudar a frenar la circulación del virus entre la ciudadanía vasca. Las voces expertas se refieren al certificado sanitario como una medida “idónea y proporcionada en la salvaguarda de los bienes e intereses en conflicto: salud pública e integridad por un lado e igualdad e intimidad por el otro”.

Solicitud

En el caso de Euskadi se plantea su obligatoriedad para entrar en restaurantes con capacidad para más de 50 comensales y también en discotecas, salas de baile, salas de fiesta con espectáculo, bares musicales y karaokes. En pubs y bares especiales (de horario nocturno) se exigiría a partir de las 22.00 horas.

Europa. Buena parte de los países europeos exigen desde verano el pasaporte covid para acceder a hoteles, restaurantes o centros deportivos. Este documento se puede obtener si se tiene completada la pauta de vacunación, si se ha pasado la enfermedad en los últimos seis meses, o con un test PCR realizado en las anteriores 72 horas o de antígenos en 48 horas.

Incentivar. El debate sobre su implantación reaparece cuando en España suben los contagios, aunque no de forma tan significativa como en otros países europeos que se han quedado muy por detrás del 80% de vacunados totales. Se entiende que ese certificado puede ayudar a impulsar la vacunación.