- La Guardia Civil recibió tres días antes del crimen de Lardero una denuncia que apuntaba a la posibilidad de un varón que había tratado de raptar a una niña, aunque la descripción física aportada entonces no coincide con la del detenido este jueves tras matar a un niño de 9 años. El portavoz de la Guardia Civil en La Rioja, Miguel Ángel Sáenz, afirmó ayer que el pasado 25 de octubre recibieron una denuncia informando de que “un varón accedió a las inmediaciones del colegio de Villa Patro e invitó a una niña a ir a su casa a jugar con su hija”. Aún así, aseguró, “la descripción física que aportaron no coincide con la persona detenida” tras el suceso.

Con respecto a la denuncia del día 25, Sáenz explicó que, tras tener conocimiento de ella, durante los días siguientes acudieron a las inmediaciones agentes de paisanos y uniformados, precisando que “no se ha dado ningún tipo de hecho más”. “No hay constancia de más denuncias”, apuntó.

Una vecina aseguró que el pasado 14 de octubre “la misma persona lo intentó con dos niñas, una de ellas mi hija”. Según su testimonio, el ahora detenido “les dijo que subieran a su casa para que vieran unos pajaritos” y la niña “me vino a avisar y fuimos a buscarlo pero no lo encontramos en ese momento”. En este punto, indicó, “ahora lo entiendo, vivía en frente”.

Según la propia testigo, “esto se podía haber evitado porque aquel día se presentó aquí la Policía Local de Lardero pero lo tomaron como algo puntual, tomaron nota pero ahí se quedó la cosa. Mi hija dio la descripción del hombre pero no hubo manera de encontrarlo y ayer [por el jueves] nos encontramos con esto. A la Policía se le llamó, se le avisó... no solo ese día sino otros días más de que podía pasar esto y ayer [por el jueves] se pusieron todos a buscar al niño pero no se ha podido hacer nada”.

Otro de los padres de la localidad señaló que hasta ahora, el detenido, “solo lo había intentando con niñas, con lo que no sé si no se habrá equivocado y pensó que era una niña”, ya que “iba disfrazado de niña del Exorcista”. “Era un niño muy cariñoso al que le gustaba el teatro”, hasta tal punto que “a la tarde estuvo contando cuentos a los más pequeños, a los de cuatro o cinco años.