El arquitecto valenciano, Santiago Calatrava, aparece en los ‘papeles de Pandora’, la investigación llevada a cabo por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, y que ha puesto de manifiesto las irregularidades cometidas por reconocidas personalidades del ámbito político, cultural o deportivo para ocultar al fisco parte de su patrimonio.
Según esta información, Calatrava mantuvo una estructura offshore en las Islas Vírgenes Británicas y en las Islas Caimán. El arquitecto, que reside en Suiza, está vinculado a estas empresas opacas desde, al menos, el año 2000. El valenciano organiza su patrimonio a través de cuatro sociedades y de un fideicomiso. También está vinculada a la estructura offshore la esposa de Calatrava.
La figura del arquitecto es controvertida. De sobra es conocida su labor en el Zubi Zuri de Bilbao, donde el ayuntamiento ha gastado miles de euros en sustituir las baldosas desprendidas, o en poner remedio a los continuos resbalones de los peatones en la estructura. Además, Calatrava demandó al consistorio por daños morales tras modificar la estructura de Zubi Zuri para adpatarla al entorno. A esto se suma, el trabajo de Calatrava al diseñar el aeropuerto de Bilbao, donde muy pronto aparecieron goteras, y hubo que modificar distintos elementos por falta de practicidad. Entre ellos, la galería de Llegadas que el arquitecto no cubrió.
Pero han sido innumerables los problemas que han planteado los diseños del arquitecto valenciano a lo largo del mundo. El Palau de les Arts de Valencia tuvo un sobrecoste de 45 millones de euros; el arquitecto fue multado por los defectos en la construcción del puente sobre el Gran Canal de Venecia; parte del Palacio de Congresos de Oviedo se derrumbó durante su construcción, en 2006; y la estación de Nueva York que construyó, sufrió goteras al poco de su inauguración.