- La densa polvareda levantada alrededor del nombre AstraZeneca no impide que el proceso de vacunación se mantenga en Euskadi. Los preparados de Moderna y de Pfizer/BioNTech llegan y se administran sin problemas. Esta última semana, sin ir más lejos, se han recibido más de 70.000 dosis de Pfizer, lo que ha permitido acelerar la inoculación en primera dosis del colectivo de octogenarios. Un 28,4% de ellos ya ha completado la pauta de vacunación y a medida que avance el calendario ese porcentaje irá en aumento, confían desde el Servicio Vasco de Salud. De momento, como ejemplo, vecinos de más de 80 años de la comarca de Uribe Kosta -Plentzia, Gorliz, Barrika, Lemoiz y Armintza- acudirán desde hoy al frontón Jai Alai de Plentzia para recibir la vacuna.
De hecho, la previsión que manejan en Osakidetza es terminar de administrar la primera dosis de la vacuna a los mayores de entre 80 y 89 años este fin de semana "y en función de las vacunas que queden disponibles", comenzar a citar, vía web, a la población de 70 a 79 años.
Tan solo quedará pendiente de administrar la dosis a algunas personas octogenarias a las que hay que vacunar en su domicilio. En estos casos, la vacunación concluirá la próxima semana, precisaban desde el Departamento de Salud. Según el último boletín de vacunación hecho público por Osakidetza, entre las personas de 80 a 89 años el porcentaje de primeras dosis es del 76,8% y de las segundas, del 28,4%.
"Osakidetza está contactando uno a uno con estos octogenarios por teléfono para facilitarles una cita. Si pasado este fin de semana alguna persona de este colectivo sigue sin ser contactado y desea vacunarse, podrá llamar a partir del lunes a su centro de salud para que le faciliten una cita", manifestaban fuentes del Departamento de Salud. Además, en próximas horas se iniciará también la vacunación en dos nuevos colectivos: personas en diálisis y trasplantados, y el grupo de entre 70 y 79 años. Entre hoy y mañana está previsto inocular dosis "a todas las personas en diálisis peritoneal domiciliaria y a las que hayan sido trasplantadas, independientemente de la edad", describían desde Osakidetza. A las personas en hemodiálisis se les vacunará en su propia unidad de hemodiálisis a partir de la semana próxima.
Y este fin de semana, en función de la disponibilidad de las vacunas -"porque la prioridad es terminar con la primera dosis en los octogenarios", recordaban desde el Servicio Vasco de Salud- se empezará a citar también a la población de entre 70 y 79 años comenzando por los de mayor edad (nacidos en 1942 y 1943). Osakidetza enviará a estos colectivos un mensaje telefónico con un enlace para acceder a la página web. Esta cita "permanecerá abierta siempre y cuando haya disponibilidad de vacunas", insistían desde el Departamento de Salud.
Solo durante estos dos últimos días, los profesionales de Osakidetza han administrado 24.795 dosis de Pfizer/BioNTech y Moderna, con lo que el número total de pinchazos asciende a 488.830, de los cuales 131.406 son segundas dosis. Esto significa que las personas inmunizadas tras completar la pauta de vacunación son el 5,9% de la población y que el 22,2% ha recibido al menos una dosis.
Euskadi ya ha administrado las 148.200 dosis recibidas hasta la fecha de AstraZeneca, un preparado que ahora solo se administra a personas de entre 60 y 69 años por decisión del Consejo Interterritorial de Salud a raíz de "efectos secundarios muy raros" de coágulos en sangre, ninguno de ellos registrado en la CAV. Y en el Estado se han vacunado 985.528 personas con el preparado de AstraZeneca, de las que solo 1.792, el 0,18%, han notificado haber sufrido algún efectos adverso, sobre todo fiebre, cefaleas y dolores musculares. Y mientras Francia y Alemania anunciaban ayer que usarán Pfizer y BioNTech para completar las pautas, la OMS se mostraba totalmente contraria a esta práctica.
Una idea defendida también por Lucia Gallego, microbióloga de la UPV/EHU: "No podemos utilizar una primera dosis de AstraZeneca y una segunda de otra vacuna. No se complementan. En realidad, son dos primeras dosis", decía entrevistada en Onda Vasca.
A juicio de esta experta, es lógico que se haya frenado el proceso de vacunación con los preparados de AstraZeneca "si hay evidencias científicas respecto a efectos adversos". No obstante, en su opinión, la paralización de la inoculación con este suero se podría haber limitado a los segmentos de población en los que han sido detectados esos pocos casos adversos a nivel mundial: mujeres y personas más jóvenes.