- El motor de la UE por población y pujanza económica, Alemania, dio ayer el paso que hasta ahora solo habían osado países del este como Hungría, República Checa o Eslovaquia: negociar bilateralmente con Moscú la adquisición de la vacuna rusa Sputnik V, al margen del sistema de compras conjuntas diseñado por la Comisión Europea.
“Es el caso de Hungría. No es el fin de la estrategia europea”, dijo ayer el portavoz jefe del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer, para defender el mecanismo de adquisición común y reparto proporcional entre los Veintisiete de las dosis en la Unión Europea. La decisión de Berlín se conoce mientras persisten las dudas sobre el fármaco de AstraZeneca, pese a la opinión favorable de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). El organismo cree que los pocos casos de trombos vinculados a la vacuna del laboratorio anglo-sueco no justifican que se cuestione su eficacia y seguridad y no ve necesario restringir su administración.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, de 65 años, se vacunó esta semana con AstraZeneca y se espera que pronto lo haga la canciller, Angela Merkel, de 66. Un gesto para insuflar confianza en el fármaco que trae de cabeza a la UE y, en particular, a la Comisión que preside la exministra germana, Ursula Von der Leyen, primero por incumplir las entregas firmadas y después por los vínculos con unos pocos casos fatales de trombos. Pero, en paralelo, Berlín está también dispuesto a comprar en solitario en el mercado ruso, siempre que la EMA apruebe la Sputnik V, basada al igual que el de AstraZeneca en el adenovirus y actualmente en fase de revisión en la EMA.
La Sputnik V, cuya compra no está negociando Bruselas pero que Hungría ya administra por decisión propia, se encuentra en el mismo estado de análisis en la EMA que los fármacos de la alemana CureVac y de la estadounidense Novavax, que a diferencia de la vacuna rusa sí forman parte del el portafolio de vacunas preadquiridas por la Comisión. Y en la Eurocámara surgen voces que piden a la Co-misión que abra negociaciones con Moscú.