La crisis provocada por la covid-19 sigue castigando al sector turístico de Euskadi, que en enero vio cómo las pernoctaciones cayeron un 72,2 % en relación al mismo mes de 2020 y la entrada de turistas se redujo un 71,6 %.
Según ha informado este martes el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, en enero se contabilizaron en Euskadi 89.087 pernoctaciones en establecimientos hosteleros de Euskadi y se registró la llegada de 49.181 visitantes.
El turismo cerró enero con importantes retrocesos en los tres territorios. En Araba el descenso de pernoctaciones fue del 62,1 % y el de las entradas del 63,3 %; en Bizkaia las caídas fueron del 73,1 y del 73,8 %, respectivamente, y en Gipuzkoa 74,8 y del 71,8 %.
Se desplomaron sobre todo la llegada y pernoctaciones de personas extranjeras (-82,8 y -83,1 %), aunque también lo hicieron las de turistas nacionales (-65,9 % y del 66,3 %).
En enero también disminuyó la duración de la estancia media al pasar de 1,85 a 1,81 días a pesar de que este indicador solo se redujo en Gipuzkoa (de 1,84 a 1,65 días), ya que tanto en Bizkaia como en Álava hubo ligeros ascensos: de 1,84 a 1,89 días en el primer territorio y de 1,91 a 1,97 en el segundo.
Establecimientos cerrados
En cuanto a los establecimientos cerrados durante todos los días del mes como consecuencia de la pandemia, su porcentaje ha ido evolucionando desde el 91 % de abril -el mes con más restricciones- al 15 % de los meses de verano, aunque desde esa fecha ha aumentado de forma progresiva el número de hoteles cerrados hasta alcanzar el 42,7 % de enero.
El grado de ocupación por plazas cayó en el primer mes del año un 24,4 % hasta situarse en el 14 %. Gipuzkoa fue la provincia más castigada con un retroceso del 27,7 %, un descenso que fue aún mayor en San Sebastián (-33,6 %).
La tarifa media diaria fue en enero de 59,1 euros, es decir un 13,8 % menos que un año antes, y los ingresos por habitación disponible se desplomaron un 64,5 % hasta quedarse en 11,8 euros. Este descenso fue más acusado en Gipuzkoa (-67,4 %) y en Bizkaia (65,8) que en Álava (-50,7 %).