- La crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia ha tenido un mayor impacto en la población inmigrante: han perdido más empleo, su situación de precariedad y el riesgo de pobreza en sus hogares ha crecido y se han enfrentado al colapso del sistema para realizar gestiones en la administración.
Es una de las conclusiones a las que han llegado los directores científicos del Anuario de la Inmigración 2020 de CIDOB, que se presentó ayer bajo el nombre Inmigración en tiempos de covid.
El deterioro de la economía, aunque “generalizado e integral”, ha sacudido con especial dureza a la población inmigrante: la tasa de paro de este colectivo alcanzó el 24,9% a mediados de año, retrocediendo a niveles de 2017, lo que supone que uno de cada cuatro trabajadores extranjeros estaba en el paro.
“La covid ha puesto en primer plano los problemas de la inmigración”, aseveró Ramón Mahía, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid, que subrayó que pese a que este colectivo ha sido de los más castigados, la economía española se ha nutrido de su mano de obra en sectores esenciales como la agricultura y el trabajo doméstico y de cuidados, con unas “penosísimas condiciones”.
Un mayor impacto de la crisis que no solo resulta del mayor riesgo que tienen los inmigrantes de perder su empleo, sino que se trata de un colectivo doblemente vulnerable: tienen escasos ahorros ninguno con los que amortiguar los periodos de crisis, lo que se agrava al no disponer de redes familiares de apoyo.
La necesaria restricción de la movilidad ha provocado por primera vez en muchos años un “desplome” en los flujos migratorios, que tardarán tiempo en volver a niveles precovid.
Sin embargo, las llegadas irregulares a las costas españolas aumentaron en 2020 un 29% respecto a 2019 y superaron en número (41.861) a las de Italia y Grecia. Un incremento que se explica por la reactivación de la ruta atlántica: Canarias ha recibido a la mitad del total de los llegados a España en 2020.
Sobre la crisis de recepción generada en las islas y los recientes episodios xenófobos, Blanca Garcés, coordinadora de investigación de CIDOB, asegura que no solo tiene que ver con el aumento de llegadas, sino con un “déficit de coordinación” entre administraciones, la falta de infraestructuras y condiciones dignas en la acogida, y con el rechazo de traslados a la Península.
“Existe una política que crea espacios cerrados en frontera para hacer un cribado rápido y ver si esas personas están sujetas a protección internacional o se las deporta”, lo que parte de una “falacia” ya que las políticas de retorno no funcionan: “Solo un tercio de los que reciben una orden de expulsión son finalmente deportados. Es costoso, lento y necesita colaboración de los países de origen y tránsito”.
La parálisis de la Administración durante la pandemia ha lastrado el sistema de gestión de extranjería, que, según Mahía, ha estado “cerca del colapso”.
“La covid ha presionado las costuras del sistema, pero es verdad que la hemos aprovechado para echarle la culpa de todo y no es así. Si fuera la causa de todo esto, la vacuna pondría solución y no va a pasar porque los defectos del sistema ya estaban ahí”, opina el profesor.
Garcés valora que se haya anunciado la reforma del sistema de asilo y confía en que se amplíe la capacidad de acogida de España, que actualmente cuenta con una tasa de cobertura de solo el 11% de los solicitantes de asilo, muy lejos del 79% de Alemania o el 64% de Francia.
Está por ver si la recuperación de la movilidad implicará un aumento de las solicitudes de asilo, además de ver cómo se gestiona el sistema de acogida lo que implicará la mejora o el agravamiento de las situaciones de exclusión social.
En el plano internacional, el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Arango vaticina que la nueva Administración Biden va a poner fin a cuatro años -los de Trump- “de ominosos y virulentos ataques a la inmigración y al asilo”.
Exclusión sanitaria. El anuario alerta sobre la multiplicación de casos de exclusión sanitaria que han sufrido en pandemia las personas inmigrantes.
Campaña de vacunación. Los científicos confían en que la estrategia de vacunación no deje atrás a los inmigrantes en España, independientemente de su situación.