La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió ayer un comunicado en el que desaconsejó el uso de mascarilla durante la práctica de deporte de manera intensa "porque pueden reducir la capacidad de respirar cómodamente". Aunque mantiene este artículo como un elemento básico para hacer frente a la pandemia, junto al lavado de manos, el distanciamiento social y la ventilación de espacios cerrados.
Desde que se decretó el uso obligatorio de mascarillas, la duda sobre si era apropiado mantener la norma a la hora de realizar ejercicio intenso era una incógnita. Por un lado, la mayor fuerza de la respiración durante el ejercicio suponía una razón de peso para decantarse por su uso. Además, varios estudios señalaron la peligrosidad de correr en fila sin mascarilla, porque las partículas con coronavirus quedaban suspendidas en el aire y podían entrar en contacto con las del siguiente corredor, que, al ir a más ritmo, alcanzaba su ubicación en menos tiempo que un viandante.
No obstante, por otro lado, un informe pionero desarrollado por el centro de investigación catalán Àptima Centre Clínic Mútua Terrassa demostró ya en mayo que el uso de mascarillas durante un ejercicio de mayor intensidad que caminar disminuye la disponibilidad de oxígeno en un 4% de media y multiplica por 20 los niveles de CO2 aspirado. Por ello, los autores consideran preferible mantener la distancia a llevar mascarilla a la hora de hacer deporte.
"La medida preventiva más importante durante el ejercicio físico consiste en mantener el distanciamiento de mínimo un metro y asegurar una buena ventilación", afirma la OMS. "Si la actividad tiene lugar en el interior debe haber en todo momento una ventilación natural adecuada o un sistema de ventilación que funcione correctamente en todo momento", precisa.
Asimismo, el organismo recomienda prestar especial atención a la limpieza y desinfección de las superficies y propone el cierre temporal de los gimnasios que no puedan garantizar las condiciones adecuadas de ventilación, distancia y desinfección.