La preocupación y la ansiedad ante la vuelta a las aulas va a ser inevitable debido a la incertidumbre que produce las condiciones impuestas por la pandemia, y por ello la información que reciban los padres y los alumnos será esencial.
En una entrevista con EFE, la psicóloga especialista en educación y responsable del gabinete psicopedagógico del Ayuntamiento de Xirivella (Valencia), Cristina Gómez, explica que esa preocupación "es lógica, porque nadie está acostumbrado a esta situación que vivimos".
"No va a ser un inicio de curso como todos los anteriores, cuando preparábamos con los niños el nuevo material y ellos se contaban cómo había ido el verano. Es normal que las familias estén preocupadas, pero los centros tienen todavía una semana para informar a los padres sobre cómo va a ser la vuelta, hablarles de los grupos estables de convivencia y otras cosas que deben saber", detalla.
A la hora de afrontar el regreso a las aulas, esta psicóloga recomienda a los padres huir del alarmismo que "muchas veces circula en ciertos grupos de wasap" para acudir siempre a las fuentes oficiales, es decir, a la dirección de cada centro o a la Conselleria de Educación.
"Habrá muchos bulos e informaciones falsas, pero hemos de ser todos responsables", advierte.
"Si en un momento dado los alumnos deben volver a casa se hará, se cumplirá con el protocolo y se volverá al colegio. La presencialidad es necesaria, es preciso ese contacto con el tutor y los compañeros, porque hay ciertos contenidos y experiencias que no se pueden ver en casa; y además, los padres no son expertos en docencia", sostiene.
Por otra parte, subraya Cristina Gómez, es "fundamental que cada familia explique a los niños que, efectivamente, va a ser un regreso atípico, que la escuela va a cambiar un poco, que habrá que cumplir unas nuevas normas de señalización, respetar unos grupos y cumplir con el uso de mascarillas u otras medidas de protección".
"Hay que decirles a los niños que han de acostumbrarse y aceptar esas medidas, que el tutor se las va a recordar y que es por su bien, para que no tengan la sensación de que, tras seis meses, por fin van a poder abrazarse o besarse, porque no va a ser así", añade.
Sin embargo, esta experta en psicología y educación considera que "los niños ya saben lo que es ir a comprar con sus padres, pasear o hacer deporte. Lo mismo que han hecho en otros espacios es lo que deben seguir haciendo en el colegio. Decirles esto les ayudará a reducir la ansiedad, a saber a qué se enfrentan".
Sobre el largo paréntesis educativo, Gómez considera complicado vaticinar si supondrá o no una dificultad añadida en la vuelta al cole: "Depende de la etapa educativa, quizá en Infantil, donde es más importante la socialización y el aprendizaje sensorial sí que se note la falta de experiencias, se han de volver a crear grupos".
"Pero a partir de primaria ya no, porque es una etapa en la que los contenidos se repiten año tras año, con ligeras ampliaciones", añade.
En referencia al uso de espacios alternativos a las aulas para la docencia, esta psicóloga considera apropiada la utilización de cualquier zona dentro de cada centro docente, porque "la escuela debe ser un espacio abierto y las aulas cerradas han de tender a desaparecer".
Sin embargo, muestra sus dudas respecto al uso de otros espacios alejados del colegio, porque en estos casos "los alumnos no tendrán relación con otros y se pueden sentir alejados. Siempre es preferible habilitar espacios dentro de los centros, aunque sea aulas prefabricadas -conocidas como barracones-".
También en relación con el miedo que puedan sentir determinados padres a llevar a sus hijos al colegio, o frente a la objeción expresa a hacerlo, esta psicóloga recomienda cierta laxitud por parte de los tutores y la administración educativa, al menos en las primeras semanas.
"No creo que sea apropiado avisar de inmediato a la Inspección Educativa o la Comisión de Absentismo, sino que se ha de hacer mucha pedagogía por parte de los tutores. Hablar mucho con los padres, informarles de lo que se va a hacer para proteger a sus hijos", resalta.
"Si los expertos y las autoridades dicen que ha de haber presencialidad, no hay alternativa. No ir al colegio es quedar fuera del sistema, pero es responsabilidad del tutor tener relación con los padres vía correo, teléfono, videoconferencia... como sea, para transmitirle directamente la información", concluye esta psicóloga.