- Una fuerte riada en el norte de Afganistán causó durante la noche del martes al miércoles al menos 100 muertos y 105 heridos, además de dejar a su paso medio millar de viviendas dañadas y calles destruidas, en una nueva catástrofe natural en este país golpeado por la guerra. “Era como el día del juicio final”, dijo el joven afgano Samiullah, de 20 años. La riada comenzó durante la madrugada y golpeó sobre todo a la capital de la provincia de Parwan, Charika, donde vive Samiullah. El joven dormía cuando, en plena madrugada, le despertó la catástrofe y todos, excepto su madre, lograron salir de la vivienda familiar con vida. “La inundación empezó hacia las tres o las tres y media de la mañana. Todo el mundo se despertó y trató de salvarse, nadie sabía dónde estaban los demás. Mi madre quedó atrapada en el sótano de la casa y falleció”, se lamentó. Entre los escombros también encontraron los cuerpos sin vida de dos hijos de sus vecinos, un niño y una niña. “Mucha gente sigue bajo el barro y sus cadáveres todavía no han sido recuperados”, dijo.
Testigo directo de la fuerza del agua, Samiullah explicó que la riada fue especialmente devastadora en su zona debido a que está situada en la falda de una ladera. “Aquí todas las casas han colapsado y han quedado completamente destruidas”, afirmó.
Según el último recuento del Ministerio de Gestión de Desastres afgano, la catástrofe en la provincia ha causado la muerte a al menos un centenar de personas. “Según la información inicial, 100 personas han muerto y 100 han resultado heridas a consecuencia de las inundaciones en varias partes de la ciudad de Charikar, y más de 500 casas han sido destruidas”, afirmó el ministerio en un comunicado. El Gobierno ha entregado víveres y agua potable a unas 4.000 personas, según el comunicado, mientras que los centros educativos de la ciudad han sido transformados en refugios temporales para aquellos que han perdido sus hogares.
El director de Salud Pública de Parwan, Safiullah Warasta, elevó el número de heridos a 105. “Nuestros equipos de rescate y respuesta están trabajando duramente y siguen recuperando cadáveres, despejando carreteras bloqueadas, buscando desaparecidos y brindando asistencia de emergencia a los afectados”, explicó el viceportavoz del gobernador de Parwan, Rahmatullah Haidari.
Las autoridades no han precisado todavía un número total de desaparecidos, aunque confirman que los daños a la propiedad son “muy altos” y que unas 500 casas han resultado afectadas o destruidas. El Departamento de Gestión de Desastres mostró imágenes de la catástrofe en sus redes sociales, en las que se veía cómo las aguas causaban destrozos en viviendas y vehículos, y dejaban calles embarradas y repletas de piedras. El jefe de Estado afgano, Ashraf Ghani, expresó su pesar por las inundaciones y prometió la asistencia de los organismos públicos. Asimismo, los talibanes lamentaron en un comunicado a las víctimas y pidieron a sus combatientes en la zona que presten en la medida de lo posible ayuda a los afectados.