l pasado marzo, Marcos, Itxaso e Iñaki, tres jóvenes emprendedores vascos, decidieron que, con el inicio de la crisis global provocada por el coronavirus, no podían quedarse de brazos cruzados. Los tres trabajaban en una empresa tecnológica cuando se desató la pandemia. Desde el primer momento se pusieron a disposición de la población para producir mascarillas para ayudar a detener el avance del virus y a aumentar la seguridad de los ciudadanos. Su aporte fue efectivo, ya que en palabras de Marcos Fernández, encargado de las estrategias de desarrollo de la empresa, vieron que "había una gran aceptación por parte de la gente" y a partir de ese momento, los tres decidieron expandir su influencia mediante la producción de una nueva mascarilla, bajo su propia marca, Weetbe.
El nombre de la empresa no es fruto de la casualidad ni fue creado únicamente por el aire moderno que le da una palabra con tintes sofisticados. En realidad, Weetbe define tanto a los trabajadores como al objetivo de la empresa, lo que quiere transmitir al público. Por ello, tras pensarlo detenidamente dieron con este nombre, compuesto por la palabra wit, ligeramente cambiada a weet, que en inglés significa ingenio, buen juicio, sentido común, sensatez, humor, ocurrente... Para Fernández, "una serie de términos que nos representaba". Por su parte, el be , sonoramente bi, de Bilbao, y que a su vez significa ser en inglés. Por lo tanto, el sentido de la palabra y la esencia de la empresa trata sobre ser ingenioso. Ahí residió la idea de su creación al inicio de la pandemia.
Después de que el confinamiento tocase a su fin y de un verano lleno de espejismos debido a las limitadas restricciones existentes, estos emprendedores acaban de presentar al público la Weetbe Mask Osaka, el primer producto lanzado con su marca. Su mascarilla es "de alta eficiencia, cómoda y segura, adaptada a la nueva normalidad". Para ellos, lo importante a la hora de crear la mascarilla es la comodidad, ya que, según Fernández, "el uso de mascarillas será común seguramente durante uno o dos años más".
Las ventajas que presenta su producto son, entre otras, "la eliminación de la sensación de ahogo, gracias a la incorporación de una válvula de ventilación; su diseño transparente, que facilita la comunicación interpersonal, y que es respetuosa con el medio ambiente". En la presentación del producto, los tres emprendedores afirmaron que es un producto totalmente fiable, con un filtrado del 98% de las partículas, y dispone de un diseño ergonómico que permite su adaptabilidad a cualquier tipo de rostro. La mascarilla es personalizable y, además, tiene la posibilidad de incorporar una pantalla ocular para asegurar una mayor protección.
Para llevar adelante esta idea saben que necesitarán el apoyo económico de todos lo "mecenas" puedan conseguir. Al comienzo de su labor, los tres emprendedores recibieron el apoyo y el asesoramiento de las empresas para las que trabajaban, Walter Pack e Idelt. Sin embargo, con vistas al futuro son conscientes de que es primordial conseguir su propia autonomía. Para lograr esto prepararon un crowdfunding, con el que, según Fernández, se encuentran muy ilusionados y "con muchas ganas" de que tenga éxito. La recaudación comenzó el pasado día 18 en la plataforma de Indiegogo. Si tiene éxito, la producción de las mascarillas continuará por buen camino.
La comercialización de sus productos es otro eje en el que están totalmente centrados. La empresa espera tener una buena acogida, por lo que apremia buscar un nicho desde el cual vender sus productos a todo el que los quiera comprar. Para ello aún no saben si buscarán cabida en alguna plataforma de venta de productos, como Amazon o eBay, o si bien podrían ellos mismos vender sus productos desde una plataforma propia de la empresa.
Tras hacer balance de su trayectoria, Marcos Fernández no oculta que están muy satisfechos: "Tenemos un equipo muy sólido con perfiles jóvenes, capaces y con muchas ganas de hacer cosas nuevas". Entre esas "cosas nuevas" se pueden encontrar otros productos ideados por ellos. De hecho, si la campaña sale bien, tienen "varias ideas en la cabeza", como diseñar nuevos productos u ofrecer sus servicios para ayudar en el lanzamiento de artículos ideados por terceros.