- Con los ánimos renovados tras el hallazgo de los restos de Alberto Sololuze, el dispositivo de búsqueda de su compañero Joaquín Beltrán prosiguió ayer durante toda la jornada como si de una labor detectivesca se tratara.
Todos los gremios empleados en la tarea, desde Policía Científica de la Ertzaintza, pasando por los forenses, hasta los trabajadores que llevan más de medio año en el vertedero desprendido de Zaldibar, tienen esperanzas de que el otro empleado desaparecido de la escombrera sea pronto hallado en la misma zona B1 donde se descubrieron los restos y algunos efectos personales de Sololuze.
Los distintos testimonios recogidos horas después del desprendimiento avalan esta cercanía. Por un lado, le vieron dirigirse hacia la báscula cuando fue atrapado por el alud, por otro su coche fue encontrado en las proximidades al principio del operativo.
La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, aseguró ayer en una entrevista radiofónica que seguirá buscando “hasta el final” a Joaquín y el dispositivo no parará “hasta encontrarlo, esa es la premisa del Gobierno Vasco”.
Sobre cuánto tiempo puede transcurrir hasta tener una buena noticia que transmitir a la familia, la consejera no quiso dar plazos, aunque desde el operativo algunas fuentes apuestan por un tiempo de dos semanas si es cierto que Joaquín estaba cerca de Alberto en el momento del trágico derrumbe ocurrido hace ya más de medio año. El viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, confirmó que “seguiremos levantando tierra y en el momento en el que se encuentre un resto, aislaremos la zona y comenzará el trabajo de detalle”, explicó Zubiaga. Los efectivos de búsqueda seguirán con las mismas hipótesis de movimiento del terreno que han dado ya resultados. Por eso se está trabajando de forma exhaustiva, casi a mano, en el sector a donde fue arrastrada la báscula. Ayer se observó que tan solo colaboraba en esa labor una pequeña excavadora de apoyo al grupo de especialistas con buzos blancos. El operativo prevé remover durante estos días otros 2.500 metros cuadrados más de vertidos y terrenos lo que supondrá excavar otro metro y medio de profundidad, aproximadamente, hasta llegar casi a los 25 metros de donde quedó la superficie tras la caída de la escombrera.
¿Y si no hay suerte y los restos de Joaquín no son hallados? Pues se continuará con el operativo en otra sección del vertedero. La consejera recordó que las labores de búsqueda “no se han detenido nunca”, ni siquiera a lo largo de los meses de ese “confinamiento tan duro” que se vivió en primavera con motivo de la pandemia de la covid-19.
El plan indica que las pesquisas se trasladarán hacia la zona superior, al punto donde se encontraba la báscula antes de que fuera arrastrada envuelta en miles de toneladas de vertidos. Esta alternativa sería un mazazo para el operativo y la familia de Joaquín ya que, casi con seguridad, la labor se extendería varios meses más. La razón es que son terrenos sin asentar y antes de empezar a excavar hay que estabilizar la zona con el fin de impedir nuevos deslizamientos antes de meter maquinaria pesada.
Sobre el compromiso para culminar el proceso, no solo de la búsqueda del desaparecido sino también de las crisis medioambiental creada, Tapia aseguró que se han dado “todas las explicaciones” por parte del Ejecutivo de Urkullu en el Parlamento vasco. “Allí mismo se anunció que se iba a hacer una auditoría de todo lo que ha ocurrido de forma exhaustiva y tenemos procedimientos judiciales abiertos. Yo creo que demostramos con hechos que estamos dispuestos a llegar hasta el final”, concluyó.