- Que Euskadi es cada vez más vieja es una realidad incontestable que tiene efectos diversos. Es esta una evidencia que cuando toma forma de números pierde en humanidad y gana en rotundidad. Euskadi es, tras Italia, el país con más población mayor de 65 años. En concreto, el 22,2% de las personas que viven en la CAV superaban en 2019, cuando el censo era de 2.188.017 habitantes, dicha edad, frente al 20% de media de la UE.
Solo Italia tiene una media superior a la vasca, con un 22,8%, y la situación tiene muy pocos visos de cambiar. Por el contrario, aumenta la esperanza de vida y desciende la natalidad. Con esta ecuación el resultado solo puede ser uno: vivimos en una Euskadi que es cada vez más anciana y en la que el flujo migratorio impide que los datos sean incluso peores.
Detrás de Euskadi se sitúan, por este orden, Grecia (22%), Finlandia (21,8%), Portugal (21,8) y Alemania con (21,5%).
En el otro extremo se sitúan Irlanda, con 14,1%, Luxemburgo, 14,4%, y Chipre, ya con un 16%.
En el Estado español el porcentaje de personas que superan los 65 años era en 2019 del 19,4% y aunque es un porcentaje que se ha incrementado de forma notoria desde 2008, cuando era del 16,4%, sigue por debajo de la media de Europa, a diferencia de la CAV.
El porcentaje estatal se halla por debajo del de Lituania, con 19,8%; Dinamarca, 19,6%; y República Checa, también con un 19,6%. Por contra, se sitúa justo por encima de Hungría, con 19,3%; Países Bajos, con 19,2%; y Bélgica, con 18,9%.
La evolución de los últimos años solo corrobora una tendencia que se está mostrando como imparable. Si en 2008 el grupo de población que superaba los 65 años de edad suponía el 18,6% del total, en 2013 dicho porcentaje llegaba ya al 20,2% y al 22,2% el pasado año.
Si la evolución es indicadora del envejecimiento, también lo es el peso de la población de menos de 14 años, que en 2019 suponía solo el 13,8% del. total.
Los vascos y las vascas viven mucho: 86,4 años de media en el caso de las mujeres y 80,6 años de media en el caso de los hombres.
Si bien es cierto que se alarga la esperanza de vida, también lo es que el índice de nacimientos es bajo y rondaba el pasado año los siete por cada 1.000 habitantes: 7,2 en Gipuzkoa, 6,8 en Bizkaia y 7,8 en Araba.
A primera vista es ya patente que nos hallamos ante porcentajes bajos, pero esta realidad adquiere otras dimensiones si la comparación se lleva a cabo con datos de décadas anteriores. Desde que en 1975 la tasa de natalidad de Euskadi se situó en 19,1 niños por 1.000 habitantes, esta cifra no ha parado de caer, hasta los siete de 2019.
En números redondos, si en 1975 nacieron en Euskadi 39.646 niños y niñas, el pasado año solo vinieron al mundo 15.418. Aunque entre 1999 y 2008 hubo una ligera reversión de la tendencia, la bajada ha sido continuada desde dicho año.
Tanto es así, que de nuevo en lo que a la tasa de natalidad se refiere, solo Italia ofreció el pasado año peores datos que la CAV.
Y es que en 2019 los nacimientos en Euskadi descendieron un 4,2% respecto a 2018.
Llama la atención un dato. Entre las madres de nacionalidad española, el descenso fue del 6,8%, mientras que en el caso de las mujeres extranjeras se dio el caso contrario, con un aumento del 3,5%. Esta diferencia se mantiene en la edad media en la que las mujeres tienen a sus hijos e hijas. El 41,2% de las extranjeras tenían menos de 30 cuando los tuvieron y solo el 12,2% de las de nacionalidad española dieron a luz con una edad inferior.
Media. La media europea para el segmento de edad más alto es del 20%. Euskadi se sitúa por encima, no así el Estado español, donde las personas de más de 65 años son el 19,4%.
Nacimientos. En 2019 los nacimientos descendieron en Euskadi un 4,2% respecto al año anterior, situándose en siete por cada 1.000 personas. Las cifras son una evidencia terca de que Euskadi va envejeciendo, ya que solo el 13,8% de su población tiene menos de 14 años.