- Los rebrotes de las últimas semanas en Euskadi han disparado el número de pruebas PCR de detección del coronavirus. En un mes de julio aún sin concluir ya se han superado con creces las 100.000 y desde el inicio de la pandemia, la cifra se aproxima a las 400.000. Porque la respuesta del Departamento de Salud al goteo incesante de casos está siendo contundente; prácticamente tres análisis PCR por minuto en el presente mes.
En la segunda semana de junio, el hospital de Basurto -donde se localizó uno de los primeros brotes tras el confinamiento- se convirtió en un gigantesco laboratorio por donde pasaron los 4.500 profesionales que trabajan en el hospital bilbaino, más cientos de pacientes para someterse a un screening masivo del virus. Pero han sido los focos localizados estas últimas semanas en varios municipios guipuzcoanos, sobre todo en Ordizia y Eibar, los que han hecho que Euskadi bata récords en testar a la población. Un ejemplo, solo entre los pasados días 11 y 18, Osakidetza llevó a cabo 30.000 PCR por toda la geografía vasca.
Así, la realización de miles de pruebas PCR a contactos estrechos de casos sospechosos y también a personas asintomáticas convierten a la CAV en la comunidad del Estado que más pruebas realiza, a pesar de contar con una media de 37 positivos por cada 100.000 personas, muy por debajo de otras regiones. Ha sido sobre todo durante este mes cuando el dispositivo de vigilancia y control ha echado el resto, con 99.303 pruebas realizadas desde el día 1 hasta el lunes 27, según los datos facilitados a este diario por el Departamento de Salud. Todo ello con el objetivo de mantener a raya la enfermedad.
El rastreo ha adquirido una dimensión tan gigantesca que desde que se inició la pandemia y hasta el pasado día 23, el Ministerio de Sanidad revela que las PCR ascienden en Euskadi a 355.721, con una tasa por cada mil habitantes de 163,03, la mayor del Estado, frente a, por ejemplo, las 78,96 realizadas en Castilla-La Mancha o las 61,65 de Extremadura. Nafarroa figura en segundo lugar en el listado con 152,82, seguida de La Rioja con 145,68.
De hecho, contagios comunitarios como los de Tolosa o Getaria, obligaron a un despliegue sin precedentes y a la instalación de carpas en un tiempo muy corto. "Los datos muestran que los contagios son más elevados que en fechas anteriores porque estamos rastreando como nunca y eso permite ver una mayor parte del iceberg y al iceberg antes", explicó la consejera de Salud, Nekane Murga. No obstante, admitió que "lo complejo no es realizar test, sino toda la organización que conlleva el proceso".
La epidemia se controla gracias a un equipo compuesto por 180 profesionales que llevan a cabo un exhaustivo rastreo y una vigilancia minuciosa, lo que permite reforzar los cribados poblacionales para contener la propagación. Esta red de control despliega todo el mapa de contactos de un contagiado cuando se detecta un foco de coronavirus y se encarga de localizarlos hasta cerrar el círculo. Como botón de muestra, el dispositivo instalado en el frontón Beotibar de Tolosa, derivado del foco de Ordizia. Este operativo consiguió llevar a cabo en un solo día 800 pruebas para acotar el brote en una localidad de apenas 19.000 habitantes.
La rapidez en la actuación es clave y ya funcionó en los hospitales de Basurto y en Txagorritxu, donde las PCR masivas lograron cortar la cadena de transmisión. Con el objetivo de adelantarse a posibles nuevos focos, Osakidetza somete también a screening a arrantzales, a temporeros en la zona de Tolosaldea, a los de la campaña de Rioja alavesa y esta previsto realizarlos a más de 2.000 personas ante el comienzo de las vendimias.
El protocolo de actuación, que se utiliza actualmente en toda España, es un método básico para controlar este tipo de rebrotes. Cuando se detecta un caso, se inicia la identificación de los contactos estrechos que haya mantenido el infectado desde dos días antes de que hayan comenzado los síntomas hasta el momento en el que queda aislado. Si se trata de un asintomático que ha dado positivo, se busca los correspondientes a 48 horas antes de realizar la prueba.
Concretamente, desde que empezó la pandemia y hasta el pasado lunes, las comunidades autónomas habían notificado al Ministerio de Sanidad la realización de 4.347.022 pruebas PCR. Además desde que se desató la crisis sanitaria también habían realizado otros 2.093.531 test rápidos de anticuerpos, lo que suma un total de 6,5 millones de pruebas diagnósticas de covid-19. Sin embargo, el mayor repunte de casos de las últimas semanas ha obligado a redoblar esfuerzos y a multiplicar el número de análisis, ya que durante los últimos siete días, las comunidades autónomas han realizado 357.578 pruebas PCR.
A la cabeza
Desde que se desató la crisis sanitaria, Euskadi presenta una tasa de 163,03 pruebas PCR por cada mil habitantes frente a las 78,96 que ha hecho Castilla-La Mancha o las 61,65 realizadas en Extremadura.
180 centinelas
En la CAV, un amplio equipo compuesto fundamentalmente por 180 rastreadores se encarga de vigilar e intervenir si se detecta una situación de riesgo.
Seis millones
En total, se han efectuado ya en el conjunto del Estado español 6.678.414 pruebas diagnósticas de covid-19, según el Ministerio.