- El proyecto de ley de cambio climático y transición ecológica, con el que el Gobierno quiere impulsar el coche eléctrico y energías verdes, superó ayer su primer examen en el Congreso tras ser rechazada una enmienda a la totalidad de Vox, con lo que comienza su tramitación parlamentaria.
Todos los grupos que intervinieron en el pleno de la Cámara Baja se mostraron en contra de la propuesta de Vox excepto el Foro Ciudadanos por Asturias, con lo que el proyecto de ley comienza su andadura en las Cortes.
El resto de partidos prefirió apoyar la ley por “la importancia de la evidencia científica” y porque existe la posibilidad de aplicarle modificaciones a través de enmiendas parciales.
La diputada de Vox Mireia Borrás Pabón, encargada de presentar esta enmienda a la totalidad, aseguró durante su intervención que el proyecto supone un “intervencionismo exhaustivo del Estado en la vida económica y un incremento brutal del gasto público”, además de “una promoción autoritaria de las energías renovables y una cruzada contra los combustibles fósiles”.
Borrás manifestó que, aunque su grupo “carece de posición propia sobre cuestiones climatológicas”, su rechazo se debe a “consideraciones elementales de supervivencia nacional”, ya que implica “imponer el ideario intervencionista, liberticida y gravemente empobrecedor” del actual Gobierno.
En su opinión, sus objetivos climáticos son “utópicos y faraónicos”, “rompen con la racionalidad científica y el realismo económico” y “condenan a España a la penuria y el empobrecimiento energético”, ya que “no existen evidencias empíricas de que exista el calentamiento global”.
La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, fue la principal encargada de defender la ley asegurando que en ella “ni hay alarmismo climático ni se trata de una nueva religión”, sino que “responde a alertas de la ciencia y demandas de la sociedad”.
Ribera pidió “tomarse en serio la emergencia climática” e insistió en que la ley ofrece “un marco flexible pero comprometido con las generaciones del mañana” y por ello invitó al resto de grupos a “mejorarla y reforzarla” para “facilitar su rápida adopción y vigencia”.
Con esta ley, “España cumple” con Europa, resumió la vicepresidenta cuarta, “al aumentar su contribución a la lucha contra el cambio climático”, con la comunidad internacional “al facilitar una respuesta multilateral” y con la sociedad española, que “reclama una acción inmediata” ante la crisis climática.
Con este proyecto de ley, aprobado en el Consejo de Ministros el pasado 19 de mayo y que consta de 36 artículos, el Gobierno pretende lograr la neutralidad de emisiones en 2050, así como potenciar el coche eléctrico y las energías renovables.
Los objetivos de esta ley, que pretende ser inclusiva, se implementarán a través de sucesivos Planes Nacionales de Energía y Clima (PNIEC).
23%
La ley permitirá reducir las emisiones en un 23% respecto a 1990 al finalizar la presente década, duplicando el porcentaje de renovables en el consumo final, hasta un 42%.
Un 20% para 2030. Para lograr este objetivo, en 2030 las emisiones en el conjunto de la economía nacional deberán reducirse al menos un 20% respecto a 1990, un objetivo en la línea fijada por la Comisión Europea.