- El foco de Ordizia continúa creciendo y extendiéndose y cuenta ya con 69 casos positivos en covid-19 -once más que el jueves-, que se extienden por buena parte de Gipuzkoa e incluso por Bizkaia y Álava, con un contagiado en cada uno de estos dos territorios. Esto ha provocado que varias localidades, como Beasain, Legorreta y Tolosa, hayan decidido tomar medidas de restricción en el ocio y la hostelería, y que en Zumaia se haya tenido que cerrar un local por tener un trabajador positivo, tal y como había sucedido la víspera en Eskoriatza, donde tres bares han cerrado y otros han tomado medidas de restricción.
"Continúa activo el dispositivo de vigilancia en Ordizia y en los municipios de su entorno. Desde el lunes hemos hecho 2.573 pruebas PRC a la población y el número de personas que tienen un vínculo epidemiológico es de 69. Este rastreo exhaustivo está permitiendo identificar casos en este foco de forma precoz. Las últimas personas que se han identificado son contacto estrecho de personas que ya estaban identificadas como positivas", explicó en su comparecencia de ayer Nekane Murga, que aclaró que ninguno de estos casos ha necesitado ser ingresado en un hospital y que la media de edad de los afectados es de "32 años", aunque hay "algún caso entre 55 y 65 años".
Uno de los últimos casos vinculados con Ordizia ha tenido lugar en Zumaia, donde ya se han detectado dos positivos en los últimos días. Uno de los contactos estrechos del último positivo es un hostelero de la localidad que está a la espera de someterse a su segunda PCR, por lo que el Ayuntamiento ha decidido "ordenar el cierre del bar como medida preventiva". Además, "el resto de trabajadores se han sometido a la prueba PCR", indican desde el Consistorio.
En Eskoriatza son tres ya los bares cerrados y otros han decidido volver a tomar las medidas de la fase 2. Son cuatro los casos en esa localidad y el jueves se hicieron "más de 60 pruebas, con un positivo", indica el alcalde, Joxerra Zubizarreta. "Hoy (por ayer) se están haciendo más pruebas, pero un positivo en más de 60 pruebas es un buen resultado, así que el nivel de contagio ha sido pequeño". Parece, por tanto, que se descarta un foco en Eskoriatza, aunque Osakidetza tiene previsto "seguir haciendo pruebas" a contactos estrechos de los afectados. "Cada caso lo estudiamos de forma minuciosa para ver dónde puede estar su inicio", indicó Murga.
Pese a que el número de casos en otros municipios de Gipuzkoa no llega a los niveles de Ordizia o de Orio -donde se produjo la semana pasada un brote "ya controlado"-, son varios los ayuntamientos que han decidido tomar medidas para evitar una posible propagación del virus.
Dos de las localidades más grandes que han decidido restringir el ocio son Tolosa y Beasain. Olatz Peon Ormazabal, alcaldesa de Tolosa, explicó ayer que en la localidad hay "tres positivos en estos momentos" y que la situación "está controlada gracias a la rápida respuesta e Osakidetza". En cualquier caso, aseguran desde el Consistorio que "se controlará el uso de las mascarillas y el aforo de los establecimientos, y se pondrán multas en caso de no respetar las medidas establecidas". "Vamos a hacer un seguimiento exhaustivo de la situación y si tenemos que tomar más medidas en cuanto al ocio nocturno y su horario, las tomaremos, pero en lugar de restringir, lo que queremos es colaboración de la ciudadanía".
En Beasain, pese a que "de momento no hay foco de contagio", el Ayuntamiento ha acordado con los hosteleros medidas similares a las tomadas en Ordizia -aforo del 50% en el interior, clientela sentada y distancia en la terraza exterior, además de limitación del horario el fin de semana hasta las dos de la mañana-, y recomienda el uso de la mascarilla. También Lazkao ha decidido tomar decisiones similares. El límite horario de cierre se ha establecido a las 2.00 horas con el objetivo, sobre todo, "de evitar aglomeraciones los fines de semana", mientras que las terrazas exteriores tendrán que cerrar a las 23.00 horas entre semana y a las 00.00 los viernes y sábado. Además, se pide a la población "actuar con responsabilidad para evitar la propagación del coronavirus".
Legorreta, por su parte, ha decidido "cancelar todas las actividades programadas en julio", además de insistir a su población, mediante las redes sociales, cumplir con las medidas de higiene ya conocidas.
Ese uso de la protección es el gran reto que se marcan tanto los ayuntamientos como el Departamento de Salud. "Su uso es obligado cuando no se pueda garantizar los 1,5 metros de distancia. No es un capricho. Es necesaria en la mayoría de actividades diarias que hacemos. Lo sucedido en Ordizia puede repetirse en cualquier localidad", insistió ayer Nekane Murga, que ya había indicado el jueves que Salud está "pensando" la posibilidad de hacer que el uso de la mascarilla sea obligatorio en todo Euskadi, algo que por ahora solo es realidad en Ordizia.
Por ahora, el Gobierno Vasco tiene previsto realizar el próximo día 16 "una campaña para poner en valor la utilidad de medidas preventivas y el uso de la mascarilla". "Creemos que el mensaje está llegando a toda la población y hay un mayor uso ahora. Los focos existen y ayudan a concienciar. Tenemos una normativa que obliga a usarla en muchas ocasiones y no se está cumpliendo".