El Reino Unido registró este domingo 170 nuevas muertes por la COVID-19, la cifra más baja desde que el país impusiera el confinamiento en marzo, mientras hay "buenos" progresos en la vacuna que está probando la Universidad de Oxford.

Las autoridades sanitarias británicas notificaron que un total de 34.636 personas han fallecido desde el comienzo de la pandemia del coronavirus, mientras que se detectaron 3.142 nuevos contagios y, en la jornada de ayer, se hicieron 91.206 pruebas del virus.

PROGRESOS EN LAS VACUNAS

La Universidad inglesa de Oxford y del Imperial College de Londres, dos de las más prestigiosas instituciones académicas británicas, están haciendo "buenos" progresos en las respectivas vacunas sobre las que trabajan, si bien solo Oxford ha empezado las pruebas clínicas, según informó este domingo el Gobierno.

Todos los voluntarios de los ensayos de Oxford ya recibieron esta semana las dosis, en el tiempo estimado, y por el momento estos trabajos progresan "bien", dijo este domingo el ministro británico de Empresas, Alok Sharma, en la rueda de prensa diaria sobre el coronavirus que se celebra en la residencia de Downing Street.

"A fin de poder vencer esta enfermedad necesitamos encontrar una vacuna segura y que funcione. El mes pasado, anuncié un grupo encargado de coordinar los esfuerzos del Gobierno, el mundo académico y la industria con la crítica misión de encontrar una vacuna", señaló el titular de Empresa.

"Estoy muy orgulloso por cuán rápido nuestros científicos e investigadores han unido esfuerzos para desarrollar una vacuna que combata el coronavirus", precisó Sharma.

Según informó, el Gobierno ya ha invertido 47 millones de libras (53 millones de euros) en los programas de vacunas de Oxford y del Imperial College, con otro reciente aporte prometido de 84 millones de libras (95 millones de euros) para acelerar el trabajo.

El ministro informó de que la farmacéutica AstraZeneca ha finalizado un acuerdo para contar con la licencia de la vacuna de Oxford para fabricarla -si resulta exitosa- a gran escala y contar con al menos 30 millones de dosis en septiembre en el Reino Unido.

A pesar de las señales esperanzadoras, Sharma advirtió de que no hay aún "certeza" de que la vacuna dé resultado y "es posible que las pruebas no lleven a los progresos esperados, por lo que las autoridades sanitarias también buscan otros tratamientos con fármacos para ayudar a los enfermos con la COVID-19.

MÁS FONDOS PARA UN CENTRO QUE FABRIQUE LA VACUNA.

El Ejecutivo conservador informó este domingo de un aporte de 93 millones de libras (106 millones de euros) para acelerar la apertura de un nuevo centro que pueda producir a gran escala una vacuna si los científicos descubren una contra el coronavirus.

El ministerio británico de Empresa, Energía y Estrategia Industrial indicó que el centro, que tendrá su sede en Oxford, abrirá en el verano de 2021, doce meses antes de lo previsto, y podrá producir vacunas para toda la población británica.

BORIS JOHNSON PIDE PACIENCIA ANTE EL CONFINAMIENTO

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, admitió hoy la la frustración que sienten los británicos ante la lenta desescalada por la pandemia de la COVID-19, pero les pidió más paciencia.

En un artículo publicado hoy en el dominical "Mail on Sunday", Johnson dijo que confía en el sentido común de los británicos para cumplir con las medidas para controlar el coronavirus y les agradeció por seguirlas mientras se evalúan los próximos pasos.

Desde el miércoles, la población en Inglaterra puede salir de casa para hacer ejercicios físicos más de una vez al día, puede reunirse al aire libre con otra persona que no sea de su entorno familiar, siempre que mantenga el distanciamiento físico, pero el Ejecutivo ha pedido a la gente que trabaje en casa, si puede, y no utilice el transporte público para evitar el contagio.

Estas instrucciones no se extienden a las otras regiones británicas -Escocia, Gales e Irlanda del Norte-, ya que las autoridades autonómicas han decidido mantener la cuarentena, que implica que solamente se puede salir de casa para comprar alimentos y fármacos, para ayudar a una persona vulnerable o para hacer un ejercicio físico diario (como montar en bicicleta o caminar).

En su artículo, Johnson reconoció que "entiende que la gente se sentirá frustrada con algunas de las nuevas reglas", pero pidió paciencia para que el país no arriesgue los esfuerzos ya conseguidos para controlar el coronavirus en el Reino Unido