¿Autorizará el Ministerio de Sanidad que la Comunidad de Madrid comience la desescalada el próximo lunes? Con este interrogante han comenzado este jueves los trabajos del equipo de expertos que analiza con las autonomías sus peticiones para pasar a la denominada fase 1 del desconfinamiento antes de elaborar los respectivos informes, que se harán públicos entre mañana y pasado.

La decisión final la tomará el ministro de Sanidad, Salvador Illa, a quien corresponde en última instancia responder a la demanda de Madrid, que se ha situado en el centro del debate después de que el Gobierno regional la planteara casi a renglón seguido de las dudas sobre su conveniencia expresadas por su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, que aludió específicamente a la alta ocupación de las ucis, donde hay todavía unos 600 pacientes.

LA RAZÓN DE AGUADO:"HAY QUE ABRIR EL COMERCIO"

Esas dudas fueron rápidamente despejadas por su vicepresidente, Ignacio Aguado, de Ciudadanos, que hoy ha insistido en que Madrid "está preparada" para pasar a la fase 1 de la desescalada y que sería "incomprensible" que el Gobierno no se lo permita, con una referencia expresa a la economía: "Sería un jarro de agua fría para los autónomos que necesitan abrir para no echar el cierre definitivamente".

Esta contradictoria situación se ha hecho aún más patente con la dimisión esta misma jornada de la directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Yolanda Fuentes, que ha sido sustituida por el director del hospital de campaña de Ifema, Antonio Zapatero.

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha mantenido un encuentro con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera, en el que ha confirmado la intención de solicitar el pase a la fase 1 y se han emplazado para una nueva conversación una vez remitidos los informes técnicos.

La decisión de Madrid ha sido cuestionada por diversos expertos que desde hace dos semanas consideran que tanto esa región como Cataluña -en particular Barcelona y su área metropolitana- y Castilla y León debían retrasar su desconfinamiento a la vista de los datos epidemiológicos y sanitarios.

Cataluña y Castilla y León así lo han hecho y son las únicas autonomías que sólo plantean comenzar la desescalada en una parte de sus respectivos territorios, al contrario que Madrid, la zona más afectada de España por la epidemia (con 63.870 casos y 8.504 fallecidos) donde en los últimos 14 días se han registrado unos 7.000 contagios.

Esos casos positivos diagnosticados mediante pruebas PCR se elevan en las últimas 24 horas en la Comunidad de Madrid a 86 -aunque siguen las correcciones sobre sus series históricas- con 400 casos con síntomas compatibles con la COVID-19, 128 hospitalizados y 20 nuevos ingresados en cuidados intensivos.