- Euskadi registró 33 nuevos fallecimientos por coronavirus en el último balance realizado hasta las ocho de la noche del pasado viernes, uno más que la jornada precedente, lo que eleva el número total de decesos a 477, si bien la cifra de nuevos contagios ascendió 360, es decir, 150 menos que el pasado jueves, lo que sitúa el total de infectados en 8.187, un dato que permite refrendar la variación de tendencia tan ansiada. Con 3.098 personas curadas y siendo 377 quienes han necesitado hasta la fecha pasar por cuidados intensivos, tanto desde el Gobierno Vasco como desde Osakidetza confiaron en doblegar esta crisis pero desde la prudencia el día en que hubo que lamentar la segunda muerte de una profesional sanitaria vasca. Laura, una auxiliar de enfermería de la clínica IMQ Zorrozaurre, de 36 años, que había dado positivo y que había sido ingresada en el hospital de Cruces tras sufrir un ictus en su domicilio el pasado miércoles estando en cuarentena, se convirtió en la segunda víctima mortal en el sector hospitalario vasco desde el inicio de esta pandemia. La sanitaria baracaldesa prestaba sus servicios en el ámbito privado a través de una empresa subcontratada, dedicada a la esterilización de material.
Con todo, hay motivos para el optimismo. "Un rayo de esperanza", transmitió ayer Iñigo Urkullu en un mensaje institucional donde subrayó que "por primera vez" se aprecia "durante varios días un cambio de tendencia en positivo" pero en el que emplazó a "no bajar ahora la guardia y "no ceder" en las medidas de seguridad adoptadas porque "significaría echar por tierra el trabajo realizado". "Vuestra aportación personal es clave para superar esta situación", señaló a la ciudadanía vasca mientras conocía la ampliación del estado de alarma en el Estado español hasta el próximo 26 de abril, como mínimo. En este momento "tan delicado y excepcional", cuando se inicia la cuarta semana de confinamiento, el lehendakari quiso compartir tres mensajes: "condolencia, esperanza y constancia".
En primer lugar, el dirigente jeltzale recordó "a todas y cada una de las personas que han fallecido a lo largo de las últimas semanas como consecuencia de este virus". "Es una realidad desgarradora. Entiendo el dolor añadido de cada familia por las condiciones en que debe despedir a sus seres queridos, comprendo la tristeza de no poder contar con la compañía y el calor de familiares y personas allegadas", lamentó, reseñando su "más sincero sentimiento de solidaridad y cercanía". A su vez, aludió a la fe porque, "después de tres semanas de confinamiento, de sacrificio personal y colectivo", hay indicios para creer en pasar página al peor de los escenarios. "Es cierto que cada fallecimiento es duro y que debemos hablar siempre con la máxima cautela, pero también que la evolución de contagios, el balance de altas e ingresos o la capacidad de camas en los hospitales empiezan a mejorar", argumentó el Jefe del Ejecutivo vasco. "Me quedo con las palabras que me ha enviado un médico: empiezo a ver que podemos ganar al virus. Hoy apreciamos que el esfuerzo de la sociedad, que todas y todos estáis realizando, ofrece resultados", incidió el lehendakari.
En tercer término, alabó la constancia" porque "están siendo semanas muy duras, especialmente para los profesionales sanitarios, socio-sanitarios y de los servicios esenciales". "Cada tarde recibís la solidaridad de la ciudadanía desde los balcones y ventanas de todos los rincones de nuestro país. Me sumo a ese merecido reconocimiento", subrayó. Consciente de que muchas personas estén "cansadas", particularmente los mayores, aunque también los más pequeños de la casa y los jóvenes, Urkullu agradeció el "gran esfuerzo" que están haciendo. "Ahora no podemos bajar la guardia. Ceder, en este momento, significaría echar por tierra el trabajo realizado. Tenemos que seguir en casa, respetar la distancia de seguridad, cumplir las medidas de higiene y salud. Necesitamos mantener este compromiso y responsabilidad; con constancia", recalcó el lehendakari, quien aseguró que desde el Gobierno vasco se "está haciendo todo lo posible y lo imposible para salir de esta situación y volver a la normalidad". "Este esfuerzo compartido va a dar resultado, paso a paso día a día. Vuestra aportación personal es clave para superar esta situación. Las grandes victorias se logran con la suma de muchos pequeños esfuerzos, entre todos", zanjó, para concluir con un "gracias de corazón". Y con el recuerdo a Laura, como al inicio de esta crisis con Encarni, de 52 años, como símbolo de la tarea desempeñada por los sanitarios.
"Mejora la evolución de los contagios, el balance de altas e ingresos y la capacidad de camas"
Lehendakari