Madrid - Las carreteras españolas vivieron ayer una jornada negra, ya que presenciaron tres accidentes en los que hubo siete muertos y ocho heridos de gravedad.
El siniestro más grave se produjo en la localidad zaragozana de Caspe, donde fallecieron tres personas de origen paquistaní tras la colisión frontal entre una furgoneta, en la que viajaban siete personas, y un tractor de grandes dimensiones, cuyo conductor resultó ileso, aunque sufrió un ataque de ansiedad.
La colisión se produjo a las 8.20 horas de ayer, en las inmediaciones del puente que cruza sobre el embalse de Mequinenza. Varias víctimas quedaron atrapadas en el interior de la furgoneta y tuvieron que ser rescatadas por los bomberos de la Diputación de Zaragoza y los de la Diputación de Teruel, que prestaron apoyo desde el parque de Alcañiz. De los cuatro heridos evacuados a centros hospitalarios por diversos medios, incluidos dos helicópteros, dos presentan heridas de gravedad.
Por otro lado, en Badajoz, dos jóvenes de 19 y 27 años fallecieron en otro accidente de tráfico ocurrido a la altura de la localidad pacense de Calzadilla de los Barros.
El siniestro tuvo lugar poco antes de las 8.00 horas cuando dos vehículos colisionaron por alcance, en la carretera nacional 630. Como consecuencia del choque, además de los dos muertos, hubo cinco heridos, todos ellos de carácter grave y varones, dos de 22 años, uno de 23, otro de 35 y el quinto de 38 años, que tuvieron que ser trasladados a los hospitales de Zafra y Llerena.
Por último, dos personas de unos 80 años fallecieron en otro siniestro ocurrido cuando el coche en el que viajaban chocó frontalmente con otro vehículo cerca de la localidad cacereña de Casar de Palomero. La conductora del segundo vehículo, una mujer de 35 años, resultó herida grave.