Santurtzi/Madrid - Los vecinos del portal número 1 de la calle Juan José Gurrutxaga de Santurtzi llevaban varios días, semanas, sin ver a Charo, una vecina conocida de toda la vida, puesto que llevaba viviendo allí más de 40 años. Algunos se temían lo peor, sobre todo, desde que el miércoles percibieron un fortísimo hedor procedente de la vivienda. No era raro que oliese mal en las inmediaciones del piso, puesto que la víctima padecía Síndrome de Diógenes. Pero esta vez el hedor era distinto y más fuerte de lo habitual y así se lo puso en conocimiento un vecino a la Policía Local. Ayer, finalmente, tuvo lugar el macabro hallazgo. Al conseguir abrir la puerta, se encontraron a la mujer muerta y su cuerpo en avanzado estado de descomposición.
En el último año y medio, los vecinos de este portal habían denunciado en repetidas ocasiones los malos olores que procedían de ese hogar y, en general, la situación en la que se encontraba la mujer. Actualmente, la Fiscalía se encontraba en plenos trámites para incapacitar a esta mujer con la que los servicios sociales de Santurtzi comenzaron a trabajar en febrero de 2018. Fue en aquella fecha cuando esta mujer tuvo una caída en las escaleras de su portal y, tal y como indicaron los vecinos, “ahí comenzó su gran declive”. Ayer el vecindario se mostraba triste y, sobre todo, “impotente. Sentimos impotencia porque hemos denunciado este caso en infinidad de ocasiones y ha acabado muriendo sola y rodeada de suciedad”, apuntó José Manuel Cósmez, uno de los vecinos del número 1 de la calle Juan José Gurrutxaga.
Desde febrero de 2018, según el Ayuntamiento de Santurtzi, “se llevaron a cabo numerosas intervenciones con ella”. Acciones necesarias para cambiar la situación de esta mujer y a las que, según fuentes municipales, “ella se negaba”. El pasado miércoles el Área de Urbanismo elaboró un informe que obligaba a limpiar la vivienda en un plazo de cinco días. Ahora, tras el triste hallazgo, la vivienda se limpiará cuando la Ertzaintza concluya la investigación de esta muerte que, todo hace indicar, se debió a causas naturales.
15 años muerta en Madrid Algo similar le ocurrió a Isabel, una mujer que murió sola en un piso de Madrid hace unos quince años y nadie la buscó hasta esta semana. Pero ya entonces sus vecinas sospecharon que estaba muerta por el hedor que emanó durante semanas, y avisaron a la familia y a la Policía. Desistieron porque les dijeron que estaría en una residencia o con una sobrina. El pasado martes los bomberos entraron en el piso de Isabel, que ahora tendría 93 años, porque una sobrina -con la que no tenía trato- denunció su desaparición en la Policía, tras acudir al domicilio y no obtener respuesta. Encontraron su esqueleto en el baño.
“Sospechábamos que estaba muerta, pero qué más vamos a hacer” se quejaba ayer la presidenta de la comunidad de vecinos del bloque y una vecina de Isabel, unas horas después de que se supiese la noticia. “La familia se ha acordado un poco tarde”, comentaban las vecinas de Isabel, que vivía sola en el segundo B del número 51 de la calle José del Hierro del distrito de Ciudad Lineal desde que murió su marido, aproximadamente en el año 2000.
Isabel saludaba al vecindario y era educada aunque no mantenía gran amistad con ninguno de los moradores del bloque, puede ser por la depresión que saben que sufría desde antes de que muriera su marido, y que se agravó con su fallecimiento. Se percataron de su ausencia sobre el año 2004 y llamaron a la familia “en el momento que a esta mujer se la echó en falta”.
“¿Por qué no colaboró la familia? Pues eso no te lo sé decir”, explican tras recordar que en aquellos días, en los que había un fuerte olor desagradable por casi todo el vecindario, buscaron el teléfono de la cuñada de Isabel y la llamaron y ésta les dijo “que estaría con una sobrina o en una residencia”, y ellas no pudieron dudar de esa palabra. También fueron a la Policía, pero esa mujer les colgó el teléfono y ellos no podían hacer mucho más porque Isabel tenía familia.