Bilbao - BaskEgur, la Asociación de la Madera de Euskadi, celebró ayer en Bilbao su BaskEgur Eguna anual, “el más reivindicativo de nuestra historia”, según expuso Oskar Azkarate, director de este organismo. Esta celebración llegó en medio de la marejada que viven las plantaciones forestales vascas debido a la propagación de las enfermedades de la banda marrón y la banda roja.

Los datos reflejados en las mediciones de 2018 reconocieron afecciones por varios hongos en el 36% de las plantaciones. La evolución de las citadas patologías comienza con el deterioro del propio árbol y puede terminar con la muerte del mismo debido a la caída y nula capacidad de sus hojas para realizar sus funciones habituales. Tal y como expuso Azkarate en el inicio de la jornada festiva, las labores de control en los montes vascos se han realizado con la colaboración de Hazi, que “ha sido capaz de medir el nivel de afección y conocer su incidencia en las diferentes capas mediante el satélite Sentinel”.

Las medidas para poner freno a la enfermedad masiva que sufren los bosques de Euskadi ya está en marcha gracias a un trabajo conjunto de las asociaciones de forestalistas y de las diferentes empresas e industrias del sector. Junto a estos agentes, forman parte del Plan de actuaciones de sanidad forestal las tres diputaciones forales del territorio, el Gobierno Vasco, Neiker y la ya mencionada Hazi. Entre la batería de medidas presentadas, existe un programa experimental de sanación de las arboledas afectadas con nuevos compuestos químicos. Estos ensayos recibieron el visto bueno del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ya que es un problema que afecta también a Cantabria y Navarra.

En cuanto a los posibles problemas de ecotoxicidad, Azkarate anunció que “nos han asegurado que en otros países no han creado problemas”, aunque recalcó la importancia de cumplir los plazos de pruebas debido a las diferencias que puede haber entre el entorno estatal y otros países como Chile o Nueva Zelanda, que han hecho frente al problema desde 1966. Como resultado del uso de las medidas tomadas, se percibe que “el tratamiento es eficaz y que se están cumpliendo los protocolos de seguridad”, pese a que no se quiere entrar en detalles cuantitativos hasta que no termine la campaña.

BaskEgur también puso el foco en las medidas para frenar el cambio climático, donde su sector también debe ser un pilar fundamental. A su parecer, “muy pocas veces se habla de los sustitutivos del petróleo, cuando la madera o el papel pueden ser una solución”, como demuestra que el pino radiata de Euskadi supone el 81% de los aprovechamientos de índole forestal.