Madrid - El fiscal coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, avanzó ayer que estudia una reforma que regule el “vacío legal” existente en torno a la proliferación de aplicaciones de móvil que alertan a los conductores de controles de velocidad, alcohol y drogas en las carreteras. Vargas sugirió esta reforma -“que tiene que ser muy meditada”- y destacó que remitió un oficio a todas las policías de tráfico para que le informen “exhaustivamente” sobre las aplicaciones existentes, fundamentalmente de móvil, que alertan a conductores de los puntos de controles policiales. La fiscalía pretende que las policías le informen de cuáles son las app y herramientas tecnológicas que siguen estas prácticas en sus territorios, su modus operandi y los daños o perturbaciones que ocasionan a los controles referidos y las fuentes de las que obtienen la información.
Con ella, la Fiscalía “estudiará” una posible reforma legal que podría incorporarse a la ley de Seguridad Ciudadana o a la ley de Tráfico, si bien no precisó si esta modificación supondría la prohibición de estas aplicaciones. “En el control se salvan vidas, se salvan la vida del conductor, de los ocupantes y de terceras personas”, señaló Vargas antes de reiterar que estos avisos están produciendo un perjuicio “grave” a la seguridad vial pues la estabilización de los datos de siniestralidad pueden estar relacionados con la ineficacia de los controles.
Lamentos El fiscal lamentó que estos preavisos obliguen a los agentes a realizar controles muy cortos porque las aplicaciones enseguida “cazan” su presencia, sin olvidar que pueden permitir también que delincuentes se sustraigan a la acción policial. “Hay un vacío legal y por eso el fiscal pide un informe exhaustivo sobre lo que está sucediendo”, apostilló Vargas que dejó claro que una posible reforma legal debe cumplir con el equilibrio entre “la libertad y la seguridad vial”. Sea como fuere, insistió, “no debe impulsarse la cultura de que pasado un radar se pueden infringir los límites de velocidad”, ya que hay un porcentaje “no desdeñable” de conductores que tras el aviso se preparan “para dar rienda suelta a la velocidad”. - Efe