DONOSTIA. Para la comisión de esos asaltos, el grupo sustraía primero algún vehículo, normalmente con las llaves puestas y tras el arresto del jefe de la banda, un argelino de 47 años, la investigación policial continúa para localizar y detener al resto del grupo de delincuentes. En aquella ocasión les fueron imputados un total de 130 robos con fuerza mediante el uso de un total de 28 vehículos sustraídos, todos ellos finalmente recuperados.
Entre octubre de 2018 y marzo de 2019, los investigadores de la Ertzaintza atribuyen al grupo la comisión de 10 robos con fuerza, así como la sustracción de un total de 16 vehículos, en lugares como Bera de Bidasoa, Oitz, Saldías, Zubieta, Lesaka, Eulate y Akai Arakil en Nafarroa; Larraul, Elduain, Usurbil, Legazpi, Mutiloa y Errenteria en Gipuzkoa y Arraia-Maeztu en Araba.
El origen de las actividades del grupo organizado se remonta a 2013, cuando la Ertzaintza llevo a cabo una operación, denominada Kaiku, en la que dio por desarticulado un grupo criminal dedicado a la comisión de robos con fuerza en zonas rurales ubicadas, especialmente, en los Territorios Históricos de Gipuzkoa y Araba, dentro de Euskadi y Nafarroa e incluso, en ocasiones, en puntos ubicados en las comunidades autónomas de Asturias y Cantabria. En aquella ocasión les fueron imputados un total de 130 robos con fuerza mediante el uso de un total de 28 vehículos sustraídos, todos ellos finalmente recuperados.
Para la comisión de dichos robos, el grupo sustraía vehículos, siempre con las llaves puestas, haciendo uso de éstos para perpetrar sus acciones hasta que, por diferentes motivos (persecución policial, accidentes o falta de combustible), los abandonaban, haciéndose con otros, habitualmente en zonas cercanas al lugar de abandono de los primeros.
VARIAS DESARTICULACIONES
En 2014, en el marco de la segunda desarticulación del grupo, les fueron imputados 58 robos con fuerza mediante la utilización de 12 vehículos sustraídos previamente, los cuales también fueron localizados en su totalidad.
A pesar de que la actividad de este grupo fue prácticamente inexistente tras las diferentes desarticulaciones, la información policial permitió detectar su reactivación a lo largo de los años 2016 y 2017. El grupo había trasladado su actividad y ámbito de actuación a puntos ubicados en la montaña alavesa y también a las comunidades autónomas de Cantabria, Asturias y Navarra.
A raíz de esta reactivación se iniciaron nuevas investigaciones por parte de la Ertzaintza, las cuales propiciaron un nuevo operativo que cristalizó, el 26 de mayo de 2017, con el esclarecimiento de tres robos con fuerza cometidos en la Comunidad Foral Navarra, así como la recuperación del vehículo sustraído para la comisión de los robos y de diversos objetos fruto de asaltos anteriores. Estas cifras son reflejo de la importante actividad delictiva del grupo en cuestión.
El denominador común de todos estos hechos resultó ser un varón de 47 años de edad, de origen argelino, identificado como el cabecilla de la banda, quien resultó detenido en todos y cada uno de los operativos realizados por la Ertzaintza.
REAPARICIÓN
Después de una nueva interrupción de la actividad del grupo tras la última desarticulación, a partir del mes de octubre de 2018 se detectó la reanudación de la sustracción reiterada de vehículos con las llaves puestas en diferentes puntos de Gipuzkoa, Araba y la Comunidad Foral Navarra, acompañados de la comisión de robos con fuerza en zonas rurales y de montaña, con reiteración de localidades y aldeas, hechos que apuntaban de nuevo al grupo anteriormente desarticulado.
Entre octubre de 2018 y marzo de 2019 los investigadores de la Ertzaintza atribuyen al grupo la comisión de 10 robos con fuerza, así como la sustracción de un total de 16 vehículos, en lugares como Bera de Bidasoa, Oitz, Saldías, Zubieta, Lesaka, Eulate y Akai Arakil en Nafarroa; Larraul, Elduain, Usurbil, Legazpi, Mutiloa y Errenteria en Gipuzkoa y Arraia-Maeztu en Araba.
El pasado 27 de marzo de 2019 se producía un nuevo operativo por parte de la Ertzaintza, cuando tres varones accedían al interior de un vehículo Citroen C-4, sustraído en Nafarroa, que se encontraba estacionado en el casco urbano de Usurbil. La presencia del vehículo había sido detectada cinco días antes y desde entonces había estado vigilado.
Al observar esta circunstancia los agentes trataron de interceptar al vehículo y a sus ocupantes, pero éstos hicieron caso omiso a las órdenes recibidas y tras realizar una serie de peligrosas maniobras con el turismo, que pusieron en grave riesgo la integridad física de los agentes actuantes, huyeron del lugar a gran velocidad en sentido contrario a la circulación. Esta circunstancia propició que el vehículo en cuestión colisionara unos metros más adelante con otro, conducido por un vecino de la localidad, que circulaba correctamente. Tras el impacto, los ocupantes del vehículo sustraído huyeron a la carrera. Uno de ellos, sin embargo, el cabecilla del grupo, fue interceptado y detenido, siendo trasladado a dependencias de la Ertzaintza.
Tras su puesta a disposición judicial, la tarde del pasado jueves 28 de marzo, en el Juzgado de Guardia de Donostia, fue decretada su puesta en libertad provisional con cargos. En estos momentos, la investigación continúa abierta con el fin de arrestar y poner a disposición judicial a los dos individuos que acompañaban al cabecilla en Usurbil.