Bilbao - En un mundo que da tanta importancia a las apariencias, ¿cómo podemos saber que lo que conocemos es real? A esta pregunta se enfrentaron hace una semana los alumnos que compitieron en la categoría de disertación en las primeras olimpiadas de Filosofía celebradas en la CAV. “Nuestra vida social está en las redes sociales y ahí das la imagen que tú quieres. No tiene que ser tu opinión de la imagen mejorada, sino más bien la imagen que quieres mostrar, la más aceptada por la sociedad. Es decir, no se trata de mostrarte como crees que deberías ser, sino como la gente quiere que seas”, reflexionaba Lucía Relloso, de 16 años, a la salida de la prueba. ¿Y qué espera la sociedad de una chica joven de 16 años? “Que cumplimos los estándares, amigas, fiesta, vacaciones de verano y poco más”.
Hasta ahora, la CAV era la única comunidad autónoma que no celebraba esta prueba -la Olimpiada Filosófica de España (OFE) nació hace seis años impulsada por varias asociaciones y olimpiadas de ámbito autonómico-, pero gracias al trabajo de un grupo de profesoras de Filosofía Euskadi se ha sumado este año a la competición. El tema escogido para esta edición es Apariencia y realidad y se desarrolla en cuatro modalidades: dilema moral, disertación, fotografía filosófica y vídeo filosófico. A su elección. El 15 de marzo se llevará a cabo la entrega de premios y los ganadores viajarán a Málaga a finales de abril para la competición estatal.
En la olimpiada vasca, que se celebró el pasado 18 de enero en la Universidad de Deusto, participaron unos 150 estudiantes de ESO y Bachillerato. Lucía Relloso acudió junto a dos compañeras de clase del Colegio Irlandesas, Chloe Rodríguez y Oihane León. Todas ellas centraron su disertación en las redes sociales. “Siempre muestras la parte buena, la parte bonita. Nunca ponemos si estamos tristes, tampoco es normal hacer una reflexión filosófica o hablar de un libro. La gente no te conoce por las redes sociales”, señalaba Chloe. Ninguna de ellas va a estudiar Filosofía en la universidad, pero todas reconocieron que disfrutan con la asignatura. “Nos ha gustado mucho por la forma en la que la ha dado la profesora, nos acerca la filosofía a nuestro día a día”, explicaron.
Las olimpiadas se celebraron en Bilbao, pero era una convocatoria abierta para estudiantes de los tres territorios de la CAV. Cecilia Guinea y María Martín, de 17 años, vinieron desde Gasteiz a hacer la prueba. “Empecé a estudiar Filosofía el año pasado y me gustó bastante, tengo que agradecérselo a mi profesor, causó bastante impacto en mí. Me ayudó a darme cuenta de que es necesario tener un espíritu crítico para darte cuenta de lo que ocurre en el mundo”, explicaba Cecilia, alumna de segundo de Bachillerato. De hecho, la joven deseaba a “siempre hubiera la posibilidad de coger filosofía”.
Desde la entrada en vigor de la Lomce en 2013, la asignatura solo es obligatoria en primero de Bachillerato, mientras que en segundo es optativa en la rama de Humanidades. Los profesores han estado luchando desde entonces para que vuelva a ser considerada obligatoria de cuarto de la ESO a segundo de Bachillerato. Esto es, durante tres cursos escolares completos. “La filosofía debería darse en Letras y Ciencias, porque básicamente es una manera de aprender a razonar y en las dos ramas necesitas razonar”, coincidía Johann Donoso, basauritarra de 16 años. “Me gusta la filosofía, no me gusta en plan historia, estudiar los autores, pero sí me gusta el debate, la reflexión”, aseguraba este estudiante de primero de Bachillerato en la rama de ciencias, que se decanta por “alguna ingeniería o biotecnología”.
Pensamiento crítico Andu Apella, de Berriz, es una apasionado de la filosofía; de hecho, quiere estudiar la carrera. “La filosofía fomenta un pensamiento crítico y personal y eso me parece bonito. Aporta una visión totalmente distinta. Cuando empiezas a pensar por ti mismo adoptas otra perspectiva”, señalaba tras realizar su disertación. “El tema que nos han propuesto me parecía muy interesante. Es imposible conocer la realidad porque los sentidos nos engañan y el razonamiento también tiene límites, por lo que podemos hacer solo un acercamiento a lo que es la realidad”, opinó.
¿Podemos creer en los hechos en el mundo actual? ¿Es la posverdad la nueva realidad? ¿Podemos conocer la realidad en un mundo de fake news y posverdad? Realidad virtual: ¿realidad o apariencia? Nuestros perfiles en las redes sociales ¿son meras apariencias? ¿Vivimos dentro o fuera de la caverna? ¿Qué es más importante para nuestra vida, nuestra apariencia o lo que realmente somos? Estas son algunas de las preguntas que ha lanzado la Red Española de Filosofía para orientar a los jóvenes en sus trabajos.
Naiara Gago, una de las profesoras que ha organizado las olimpiadas en la CAV, destaca “lo actual que es el tema” propuesto, a pesar de que se trata de uno de los grandes clásicos de la filosofía, sobre el que ya disertó Platón hace unos 2.400 años.
Andu se mostró feliz por las olimpiadas. “Me gustan este tipo de iniciativas, que la filosofía salga de las aulas, te deja desenvolverte más”, apuntó. María Martín también, a pesar de que no salía muy satisfecha de su prueba. “No tenía un día muy bueno y he tirado más hacia una reflexión de lo que yo pienso o entiendo de la realidad en lugar de seguir un esquema propio de la disertación”, lamentaba. “Yo creo que la realidad es una construcción social, tú y yo podemos decir que un objeto es rojo o azul, pero yo nunca voy a saber qué estás viendo en él, qué estás interpretando de esa realidad. Todos tenemos diferentes interpretaciones”, argumentó.
A esta joven gasteiztarra de 17 años le gustaría estudiar Derecho o doble grado de Derecho y Filosofía el año que viene. “Hemos creado un sistema súper complejo de leyes y me gustaría entenderlo, y claro, poder ayudar”, explicaba. “Tengo mucha inquietud por el conocimiento y por el saber. Llegar el año pasado a clase de Filosofía me abrió un mundo de pensamientos, poder comparar con grandes filósofos, grandes teorías... La filosofía se puede aplicar a tu día a día”, destacó María, a modo de defensa de una asignatura siempre puesta en cuestión.
Dilema moral. “Vives en una ciudad que tuvo una época de prosperidad gracias a la industrialización [...]. Sin embargo, desde hace unos años, ha sido golpeada por una crisis financiera sin precedentes [...]. A lo largo de los últimos diez años, el ayuntamiento ha hecho un gran esfuerzo por dejar atrás la imagen de ciudad industrial y convertirla en destino turístico: museos, parques, festivales... dan trabajo a muchas familias y su impecable aspecto atrae a más y más turistas [...]. La nueva alcaldesa está intentado que la ciudadanía participe de manera activa en todas las decisiones, por lo que muchas leyes se votan por Internet. Ha propuesto una ley para obligar a l@s indigentes que duermen en la calle a que se desplacen a la ciudad más cercana y, en caso de no hacerlo, a detenerl@s y a destruir sus pertenencias personales. [...]. Como ciudadan@, te ha llegado la encuesta y tienes un gran dilema moral: ¿deberías votar a favor o en contra?”.