Bilbao - La Asociación de Familias de Menores Transexuales de Euskadi se independiza y se transforma. Después de cuatro años de trabajo en los que “se ha conseguido un cambio histórico en la comprensión y acompañamiento de la transexualidad infantil”, esta asociación “deja atrás la marca Chrysallis Euskal Herria” para iniciar una nueva andadura bajo un nombre y un logo nuevos que se desvelarán este sábado.

“Dejamos la crisálida y echamos a volar. Desplegamos las alas y al igual que hecho algunos de nuestros hijos e hijas cambiamos de nombre, cambiamos la apariencia con la que nos mostramos ante la sociedad, pero seguimos siendo quienes somos y vamos a seguir haciendo el trabajo que veníamos haciendo hasta ahora, quizá de manera más eficaz”, resumió Aingeru Mayor. En nombre de la agrupación y junto a Bea Sever y Edurne Koch, Mayor explicó ayer en Bilbao el proceso de transformación por el que la asociación se desliga de Chrysallis y deja de funcionar como su delegación en Euskadi “por razones organizativas”. El cambio de marca, dijeron los portavoces, conlleva también un servicio “más cercano” en el apoyo, información y acompañamiento a las familias.

Aingeru Mayor detalló que Chrysallis Euskal Herria nació hace cuatro años con ocho familias” y hoy son unas cien. “Este gran volumen de familias asociadas, la complejidad del trabajo diario y las particulares realidades administrativas de Euskadi y Navarra, distintas entre sí pero diferentes también del resto de legislaciones vigentes en el Estado, nos han llevado a tomar la decisión de dejar de funcionar como delegación territorial de Chrysallis. Por supuesto, seguiremos cultivando las relaciones que hemos tejido con las familias de Chrysallis de todo el Estado y vamos a seguir colaborando con Chrysallis y con el resto de asociaciones y entidades que trabajan con esta realidad”, aseguró.

En este sentido, los portavoces destacaron que, si bien en estos cuatro años de trabajo han impulsado “un cambio histórico en la comprensión y el acompañamiento de la transexualidad infantil y juvenil y en el respeto a sus derechos”, aún hay “mucho trabajo que hacer” que exige “reestructurarse”. Por esta razón, la Asociación de Familias de Menores Transexuales dejará “atrás la marca Chrysallis”, cambiará “de nombre y de imagen” y realizará “cambios estructurales”, pero no modificará sus objetivos. El nuevo nombre y logotipo se desvelarán este sábado, 26 de enero, en una fiesta que se celebrará, a partir de las once y medida de la mañana, en el Teatro Principal de Donostia y que no estará abierta al público porque el aforo ya ha sido cubierto por las familias y los invitados. Según detallaron, ya han confirmado ya su asistencia al acto representantes de los gobiernos y parlamentos vasco y navarro, las tres diputaciones de la CAV, el Ayuntamiento de Donostia, así como diversos colectivos sociales y profesionales que han colaborado con la asociación desde distintos ámbitos.

En cuanto al trabajo desarrollado hasta ahora y los logros obtenidos en la atención, reconocimiento y visibilidad de los niños y niñas transexuales, los portavoces destacaron los “avances” que se han dado en Euskadi en los últimos años, especialmente en Nafarroa, donde ha habido cambios legislativos muy importantes que recogen “la mayoría” de las reivindicaciones de la asociación y cuestiones necesarias para que “los derechos de los menores sean respetados”.

Los portavoces de Chrysallis expresaron su deseo de que la CAV “siga el modelo” de Nafarroa, que con la creación de Transbide ofrece “un servicio sanitario de atención que es el que soñamos que pueda darse” en todos los territorios. También pidieron que se “acelere” la modificación de la ley vigente, que en su momento fue “pionera” pero hoy está “desfasada”.