BILBAO. Durante las fiestas de Bilbao de aquel año la Ertzaintza retiró por orden judicial un crucifijo y varias imágenes decorativas de la "txosna" de "Hontzak" tras una denuncia del Obispado.
La instalación, titulada "Carnicerías vaticanas", simulaba el despiece por trozos de carne de un Jesús en la cruz, con el lema "Tomad y comed, éste es mi cuerpo".
Según ha explicado el abogado Borja Irizar, que representa al comparsero juzgado, además del Obispado denunció este asunto el responsable de Falange Vasco-Navarra, José Ignacio Irusta.
En su momento el juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao archivó el caso al considerar la actuación amparada por la libertad de expresión, pero la Fiscalía recurrió en solitario y la Audiencia de Bizkaia decidió la apertura de juicio, según el letrado que representa a Galder Antón, la única persona que se sienta en el banquillo por ser el único miembro de la directiva de "Hontzak" presente en la asamblea de la comparsa que decidió la decoración de la "txosna".
Tanto él como el acusado han apelado a la libertad de expresión durante una concentración convocada a las puertas de los juzgados con motivo de este juicio, a la que han asistido algunos representantes institucionales de EH Bildu.
Poco antes de iniciarse la vista, el abogado ha defendido que la Iglesia "al ser una institución de poder es normal que pueda ser blanco de la sátira, la crítica y la ironía".
El acusado, para quien la Fiscalía pide una multa de 1.400 euros, que se elevan a unos 1.900 euros sumando tasas y costas, ha mostrado su confianza en que la causa concluirá con su absolución.
El comparsero ha denunciado que "en el Estado no se puede hablar del tema religioso y lo hemos demostrado -ha dicho- ya que cada vez que se hace ironía con el tema religioso acabas en un juzgado".
Según ha considerado, es "absurdo y ridículo que nos traigan a juicio por un tema así. Creemos que este tipo de cosas no deberían llevarse a juicio porque entran dentro de los límites del humor".