BILBAO. El consejero de Salud, Jon Darpón, ha presentado esta mañana los resultados de la encuesta que cada cinco años elabora el Ejecutivo para conocer el estado de salud de los vascos e identificar sus principales problemas, para identificar las necesidades emergentes de la atención sanitaria de los distintos grupos sociales y planificar estrategias de los recursos públicos.

Las conclusiones del estudio indican que desde 2013 la esperanza de vida de los vascos ha mejorado ligeramente en casi un año entre los hombres y se sitúa en los 80,3 años, mientras se mantiene en torno a los 86,5 años entre las mujeres, en ambos casos por encima de la media de Europa.

Los hombres han mejorado hasta los 70 años el tiempo que viven de media libres de discapacidad, pero las mujeres han aumentado ligeramente (0,4 años) el tiempo que viven con una disfunción.

Los vascos han manifestado, en general, (un 87 % de los hombres y un 82 % de las mujeres) sentir que tienen buena o muy buena salud, un 15 % más de lo que valoran de media los europeos; sin embargo a medida que desciende el nivel socioeconómico disminuye también lo hace esa percepción.

El consejero ha expuesto la existencia de una "brecha social" en la salud de la ciudadanía vasca que pertenece a entornos más desfavorecidos y quienes se sitúan entre las clases más elevadas, lo que hará a su departamento planificar estrategias para combatir esa diferencia e impulsar la equidad.

Darpón ha explicado que "no sólo ocurre en Euskadi sino que, en general, las personas con nivel económico más bajo tiene menos cuidado por su propia salud y acceden en menor medida al sistema sanitario" y los programas de Osakidetza lo van a tener en cuenta.

Después de años en que aumentaban los casos de personas con problemas de salud mental hasta 2013, esta vez la prevalencia de estas patologías ha disminuido un 40 % en los hombres y un 32 % en las mujeres.

El 9 % de los hombres y el 17 % de las mujeres mayores de 14 años en Euskadi

padecen problemas de depresión y ansiedad. Las personas en entornos más vulnerables tienen tres veces más posibilidades de padecer síntomas de ansiedad o depresión que las de mejor posición socioeconómica.

El tabaquismo en Euskadi se sigue reduciendo y, a día de hoy, fuman el 20 % de los hombres y el 14 % de las mujeres, si bien existe "una gran diferencia" en función del entorno social en el colectivo masculino ya que solo un 12 % de los vascos de clases altas es fumador, frente al 30 % de los de niveles más bajos.

Respecto al consumo de alcohol, se ha reducido el colectivo de personas que beben de manera habitual, y lo hacen el 56 % de los hombres y el 35 % de las mujeres.

La obesidad afecta al 14 % de los hombres y al 11 % de las mujeres, en tendencia descendente si bien, "la brecha social en lo que respecta a la obesidad es de las más acusadas" y así en clases más altas hay un 8 % de hombres obesos, frente al 20 % de los que tienen una posición menos favorable, y en las mujeres, la diferencia es de 9 % y el 16 %, respectivamente", ha indicado Darpón.

A su juicio, ha descendido la obesidad porque los vascos cada vez hacen más ejercicio físico, aunque aún un 20 % de los hombres y el 27 % de las mujeres no realizan ninguna actividad física. También ha valorado que haya aumentado el consumo de frutas, sobre todo entre las vascas, mientras que ellos consumen más carne y embutidos.

Sobre las enfermedades crónicas, destaca la prevalencia de la artrosis, la artritis y el reumatismo con un 10 % entre las mujeres y un 5 % de los hombres, que se mantiene en niveles de 2013, como también se han estabilizado los factores de riesgo cardiovasculares relacionados a la hipertensión, la hipercolesterolémia y la diabetes.

Los vascos se han mostrado satisfechos con los servicios de Osakidetza en un 93 % de los hombres y un 91 % de las mujeres. Además confían en los programas oncológicos de prevención y un 82 % de las mujeres de 50 a 69 años se realizaron una mamografia y solo un 3 % de las vascas no se ha realizado nunca una prueba de ese tipo.

La encuesta, realizada de octubre de 2017 a mayo de 2018 sobre una muestra de 5.302 hogares vascos seleccionados al azar, ha permitido encuestar a más de 12.000 personas. Sus resultados se tendrán en cuenta para elaborar el próximo plan de salud del Gobierno vasco.