GASTEIZ. De las 123.432 hectáreas de pino distribuidas por la geografía vasca, 40.914 tienen esta enfermedad y en algunas zonas de Gipuzkoa la situación es especialmente preocupante, como en la de Donostia-San Sebastián, con un 70 % de afección, Tolosa, con un 62 % y Urola Costa, con un 52 %.

Así se desprende de los últimos datos proporcionados por el Departamento vasco de Desarrollo Económico e Infraestructuras en respuesta a una pregunta parlamentaria de EH Bildu, que hoy esta coalición ha hecho públicos.

La parlamentaria de EH Bildu Eva López de Arroyabe, y los junteros Mikel Kormenzana (Bizkaia), Kike Fernández de Pinedo (Araba) y Judith García (Gipuzkoa) han comparecido en una rueda de prensa en el Parlamento Vasco para urgir a las instituciones a marcar una estrategia forestal sostenible y alternativa a largo plazo.

El grupo parlamentario de EH Bildu ha registrado en la Cámara una proposición no de ley en la que pide al Gobierno Vasco que en un plazo de tres meses elabore un diagnóstico compartido con las diputaciones para poner en marcha una planificación forestal diferente y que posteriormente se abra un debate público con los agentes del sector.

A partir de esas conclusiones EH Bildu reclama que se elabore un plan institucional de gestión que haga frente a los retos medioambientales y sostenibles de los bosques, según ha explicado López de Arroyabe.

La parlamentaria ha lamentado que el modelo impulsado durante décadas por las diputaciones y el Gobierno Vasco ha llevado a este sector una "profunda crisis" ya que han sido "incapaces" de afrontar el problema.

Kormenzana ha instado al Gobierno vasco a hacer una planificación de estas plantaciones porque el modelo actual de monocultivo del pino está "sobrepasado" y ha defendido una producción diversificada, con variedades de arboles autóctonos que den madera de calidad y otras medidas como talas controladas.

García, por su parte, ha asegurado que las diputaciones ya preveían hace años que el hongo se estaba propagando rápidamente y ha denunciado que esta legislatura no se hayan llevado a cabo medidas eficaces para combatir esta situación.

Ha dejado claro además que la política forestal tiene que ir más allá de la rentabilidad económica y ha defendido un sistema medioambiental y sostenible a corto, medio y largo plazo con el que las instituciones competentes se comprometan con dotaciones presupuestarias y una mayor coordinación.